Un diseñador industrial que utiliza sobrantes de obras en construcción

UNLP: crean luminarias con material reciclado

Un diseñador industrial ideó un sistema de iluminación basado en la reutilización de sobrantes de obras en construcción

Fabricio Agosta es diseñador industrial, egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y creó la familia de luminarias Gino Corrugatti. Según explicó a diario Hoy, se trata de una “colección de luminarias basada en la reutilización de un material sobrante de obra”. Dicho elemento es el caño corrugado, que se usa para conducir cableado en las obras en construcción. 

“Con la experiencia descubrimos que se logra un efecto con mucho potencial”, explicó Fabricio y agregó que los diseñadores “reinterpretan el material” y transforman los caños en lámparas que tienen una gran versatilidad. “Hacemos desde pequeñas luminarias, hasta arañas de techo, modelos de pared, de pie, es como una familia que va cobrando vida y va sumando integrantes”, contó orgulloso en su domicilio del centro platense el diseñador bonaerense que trabaja en el marco del proyecto IncuBA.

Para moldear los caños corrugados se utiliza la técnica de termofusión (unión molecular) para lo cual no se usan pegamentos ni materiales adicionales. “Nos valemos de la flexibilidad del caño, que se adapta, entonces obtenemos geometrías diferentes”. Las luminarias Corrugatti “buscan crear ambientes confortables que contribuyan a equilibrar nuestro estado emocional y nos permitan relajarnos”, explicó. 

Nada se pierde, todo se transforma

Reutilizar es la acción que permite volver a dar un uso a los bienes o productos desechados con una finalidad igual o diferente a aquella para la que fueron concebidos. En ese sentido, el joven egresado de la UNLP contó que “a los diseñadores industriales nos duele ver que se tiren materiales, experimentamos con todo tipo de residuos. Eso es importante para reducir toda la basura que generamos”. 

Fabricio Agosta llegó a La Plata desde Saavedra, un pueblo de la Provincia de Buenos Aires “muy chiquito, de unos tres mil habitantes”, describió. Respecto a su paso por la Facultad afirmó que “los estudiantes que venimos del interior pasamos por la adaptación a la ciudad”, y subrayó: “De la Universidad rescato todo el valor humano, la cantidad de amigos y colegas que uno hace”. 

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