Acá está el arco que Boca le regaló a Martín Palermo
Hace siete años se producía el hecho inédito de que una institución le diera como obsequio el propio arco donde metió muchos de sus goles (236 en total y 125 en Boca). El diario Hoy fue a ver qué pasa con esa reliquia, en Avenida 44 e/147 y 148
El 12 de junio de 2011, luego de un empate 1 a 1 entre Boca y Banfield, todo el estadio de Boca Juniors entró en llanto, en una catarsis colectiva que llevó a que en el último partido, los directivos decidan regalarle ¡uno de los arcos! a Martín Palermo, el inefable “Titán del Gol”.
Sí, el mismo que estuvo durante décadas sobre el sector más próximo a Casa Amarilla, hoy es admirado en un rincón de una cancha de fútbol 5, ubicada en avenida 44 entre 147 y 148, en el barrio de San Carlos.
“Está en un lugar muy visible, casi en la entrada, frente a la cancha de fútbol principal que tenemos. Es un imán para cualquiera. No importa de qué equipo uno es hincha. Es imposible no admirarlo”, dijo a Hoy uno de los administradores del predio, Juan Hargouas.
“¡Pesa una tonelada!”
Quienes orgullosamente bajaron esos tres fierros pintados de blanco, recuerda que “nos costó mucho trasladarlo”. Y está aquí en el vecino barrio de San Carlos, en 44 entre 147 y 148, porque el propio ídolo surgido en Estudiantes tiene que ver con el emprendimiento en el que su hermano Gabriel Palermo es otro socio. “La gente no para de sacarse fotos. Este arco ya pasó a ser un atractivo más de la ciudad como cualquier edificio público o paseo histórico”, amplió Juan.
Según expresó Jony, un pibe que es habitué de las cuatro canchas de tenis -de polvo de ladrillo- que acompañan a las tres canchas de fútbol 5 con sintético, “aunque Martín no viene, acá en todo momento está su magia, los recuerdos de la gente que se pone a contar los goles”.
Guillermo Ponce, un platense que vive en Parque Sicardi, se llevó una impresión suprema al descubrirlo apenas entró al espacio. “Parece una obra de arte en un museo”, remató como uno de sus tantos puntos con la redondita de tenis.
Tras el regalo, se usó en un partido de Gimnasia
Martín Palermo jugó su último partido en La Bombonera el 12 de junio de 2011. Boca, a modo de homenaje, le regaló uno de los arcos del estadio en un gesto sin precedentes a su goleador histórico con 236 goles. Había llegado de Estudiantes en 1997. Desde allí se cansó de convertir goles de todo tipo hasta que a los 37 años se retiró del fútbol.
Con el arco ya en poder de Palermo, el club se lo pidió prestado para que días después Gimnasia y Huracán definan quien descendía al Nacional B. Luego, el “Titán” se lo trajo a La Plata y estuvo mucho tiempo en un galpón hasta que se terminó la construcción de este complejo.
