Adultos mayores: sentimientos y experiencias de contar con una esperanza

Un especialista en Psicología analizó la presencia de las sensaciones de alivio e ilusión en aquellas personas mayores de 60 años que han sido vacunadas, junto con la expectativa de poder retomar la vida anterior a la pandemia.

"Esto para mí es una enorme esperanza. Cuando empezó el tema de la pandemia pensé que no iba a poder salir más de casa, y hoy tener la vacuna me hace pensar que podemos salir rápido de esto”, dijo Rita (74) luego de recibir la primera dosis de la Sputnik V, en Berisso. El sentimiento se replica en más de 2,3 millones de personas mayores de 60 años que ya recibieron la vacuna en la Provincia.

Diario Hoy dialogó sobre el tema con el magíster en Psicología, Vicente De Gemmis, quien dirige un equipo de apoyo en salud mental del PAMI. Señaló que ante este hito de la vacunación se presentan un par de cuestiones: “Por un lado, al pasar los días necesarios para la eficacia de la vacuna, aparece el alivio, porque el riesgo de morir estando vacunado es mínimo, y las personas se sienten más seguras. Por otro lado, hay que considerar que es importante seguir con las medidas de cuidado, aún con la vacuna. Eso generó que cayera la ilusión de tener de inmediato una vida normal”.

En ese orden, el especialista comentó que al interior de las familias de esos adultos mayores inoculados pasa algo similar.
“Pensaban que la vacuna iba a posibilitar muchas cosas que al final no, porque los cuidados se tienen que mantener. El año pasado era todo muy reciente, incluso para la ciencia. Ahora se ve más cerca el final del túnel. Los adultos observan que avanza la vacunación, pero a la vez asoma el cansancio acumulado por el encierro”, dijo De Gemmis.



Por su parte, Cristina (67), luego de recibir su dosis, dijo: “Es un alivio, me gustaría poder ver a mis nietos más seguido y que mis hijos vengan a comer como antes, pero bueno, sabemos que hay que esperar un poco más y que llegue la vacuna para otros”.

En ese aspecto, De Gemmis resaltó que a lo largo del año pasado trabajaron mucho en estas circunstancias. “Hubo todo un aprendizaje para suplantar la comunicación y pasar más a este plano virtual como una medida, aunque sabemos que no suplanta el estar físicamente en comunicación con otros. A las personas mayores en numerosos casos les funcionó, aunque es cierto que tuvieron que aprender muchísimas cosas nuevas. Hubo herramientas más fáciles que otras, considerando la falta de acceso, no por el rango etario sino por la cuestión económica, a una opción de conectividad”, remarcó el profesional.

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