ARA “San Juan”: buque estadounidense investiga un nuevo contacto
El “Atlantis” se focaliza en el sudoeste del centro de la zona de rastrillaje. Sin embargo, la existencia de grandes cañadones y afloramientos rocosos dificultan la búsqueda
El buque estadounidense “Atlantis” comenzó ayer a investigar un nuevo contacto durante la búsqueda del submarino ARA “San Juan” en aguas del Atlántico Sur, según informó el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi. “Hay un contacto que el Atlantis va a investigar”, informó, en referencia a un objeto detectado al sudoeste del centro de la zona del rastrillaje.
Hasta ahora, el operativo con el que se continúa intentando encontrar el submarino desaparecido desde el 15 de noviembre pasado, con 44 tripulantes a bordo, no ha dado resultados, indicó el vocero en el parte informativo diario.
El “Atlantis” es una pieza clave para la búsqueda, ya que lleva consigo el Curv-21, un vehículo no tripulado que puede sumergirse hasta los 6.000 metros de profundidad, al igual que los minisubmarinos rusos.
El capitán de navío, Balbi, señaló que “no hay fecha” para que esos buques abandonen la búsqueda, aunque sí ya dejaron la zona el buque chileno “Cabo de Hornos” y el científico argentino “Austral”.
Actualmente, las máquinas que están en la zona de operaciones son: la corbeta argentina “Rosales” y los buques pertenecientes a Estados Unidos y Reino Unido, además del logístico “Patagonia”, abocado al reabastecimiento de combustible.
Ariel Troisi, del Servicio de Hidrografía Naval del Ministerio de Defensa, explicó la dificultad de la zona de búsqueda, donde se encuentra el sistema de cañadones submarinos Almirante Brown, lo que describió como “una montaña con cañadones muy abruptos”. Además, señaló: “La zona parece una cordillera invertida y cuando uno pasa con los sensores puede encontrar un objeto, pero es un afloramiento rocoso”.
En la misma línea, detalló que allí se encuentran “siete cañadones submarinos grandes, con sus tributarios”, con anchos muy variables (de 200 metros a un kilómetro), que aumentan la profundidad en forma abrupta, hasta 200 metros más de lo que se registra en la zona.
Esas formaciones provocan “rebotes y falsos ecos”, a lo que se suma además la existencia de “afloramientos rocosos”, compatibles con la forma del submarino, explicó Troisi.
Homenajearon a los 44 tripulantes en Punta Lara
Durante la tarde de ayer se realizó un homenaje a los 44 tripulantes del ARA “San Juan” en las playas del Río de la Plata, en Punta Lara. Se trató de una ofrenda de 44 flores, y cada una llevaba un mensaje para los marineros del buque que continúa desaparecido en las aguas del Atlántico Sur.
“Los esperamos ahora o nos encontraremos mañana en el cielo de los argentinos”, fue el mensaje escrito a mano por uno de los vecinos. Desde la ONG La Plata Solidaria, aseguraron que “se trata simplemente de honrar a estos héroes”. “No hay ninguna valoración política, es sencillamente nuestra palabra, que dice que estamos orgullosos de ellos”, señaló Pablo Pérez, referente de la mencionada organización. Luego, agregó: “Para nosotros, que trabajamos solidariamente, los marinos del ARA San Juan son una demostración de trabajo y esfuerzo en beneficio de un país mejor”.
Un informe sostiene que el submarino estalló en menos de un segundo
Desde la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos sostuvieron que el navío desaparecido sufrió una explosión fatal en un lapso de tiempo muy corto. El informe se basa en un análisis acústico captado el 15 de noviembre, en el cual se habría liberado una energía similar a una explosión de 5.700 kilos de TNT, a 380 metros de profundidad.
El informe del organismo norteamericano concluyó que el ARA “San Juan” se habría hundido a una velocidad de 10 a 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora), en forma vertical.
“Aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron qué estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea”, indicaron.
Por su parte, la Armada Argentina, a través de Enrique Balbi, desestimó la teoría: “No deja de ser una opinión personal de un analista en base a información de otra agencia”.