Buscan formar la segunda familia de nutrias gigantes en Iberá

La especie se encuentra extinta en Argentina desde hace más de 40 años. Gracias a los trabajos de reintroducción, el animal de a poco va volviendo a su hábitat, cumpliendo una función clave, ya que es el depredador tope de los sistemas acuáticos.

A causa de la caza indiscriminada para el comercio de su piel y la alteración y pérdida de los ambientes donde habita, la nutria gigante se encuentra en peligro de extinción a nivel global y extinta en Argentina y Uruguay hace más de 40 años. Para revertir esta situación, con el objetivo no solo de recuperar la especie, sino también la funcionalidad completa del ecosistema de Iberá en Corrientes, la Fundación Rewilding Argentina viene llevando a cabo desde hace varios años un importante trabajo. Es por esto, que en enero arribó al país una nutria gigante nacida en 2013 oriunda de Francia con la intención de que junto a un macho formen la segunda familia de nutrias gigantes en Iberá. Bautizada Ariranha, el animal debió realizar una cuarentena en San Cayetano para que sea revisada y que se constate que se encontraba en perfectas condiciones. Así, en las últimas horas fue llevada al corral de presuelta en la isla San Alonso donde la esperaba Nanay, el macho.

“Los primeros encuentros en cautiverio entre individuos de esta especie suelen realizarse con precaución, constatando que no se agredan. En este caso, Nanay y Ariranha se conocieron tras las mallas de un recinto del corral. Al constatar que ambos se encontraban tranquilos, se realizó la junta. Desde el primer momento mostraron interés mutuo, acicalándose y pasando gran parte del tiempo juntos, incluso a la hora de dormir. Este comportamiento es ideal y, tal como ocurrió con Coco y Alondra, esperamos indique la consolidación de una pareja reproductiva que forme una familia para ser liberada en Iberá”, indicó al respecto el veterinario responsable del manejo de nutrias gigantes en el proyecto, Matías Greco. En lo que respecta a las crías y al momento en que podrían llegar a ser liberados completamente, el director de conservación de la Fundación, Sebastián Di Martino, le explicó a diario Hoy:

“Lo normal es que tengan dos cachorros por camada. La otra pareja que está acá tuvo tres por ejemplo. Las nutrias gigantes son muy sociables y funcionan en grupos familiares grandes. Hay una pareja reproductora y juveniles de distintas camadas que no se reproducen, pudiendo llegar a ser hasta 15 individuos. Cuanto más numerosos son, mejor les va. Entonces antes de soltarlos, a nosotros nos gustaría que tengan al menos dos camadas de crías para que sea un grupo relativamente numeroso”.

A pesar de los enormes incendios que afectaron a toda la provincia de Corrientes y al Parque Iberá, los corrales de presuelta tanto de la nutria gigante como del yaguareté (otra de las especies que están reintroduciendo en la zona) no se vieron afectados y se salvaron del fuego, por lo que no debieron modificarse los tiempos estimados. La presencia de la nutria gigante ayudará así a recuperarse al ecosistema, volviéndolo más fuerte y resiliente. Este animal es el depredador tope de los sistemas acuáticos al igual que el yaguareté en la tierra. A su vez, además de ser la especie de nutria más grande del mundo y de alimentarse de una importante variedad de peces, es una especie muy carismática por lo que se pueden llevar adelante actividades vinculadas al turismo de observación de fauna, brindando también herramientas en el plano económico.

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