Cada vez es más difícil subir a los colectivos y conseguir asientos en horas pico en La Plata

Transitando la primera quincena del sexto mes del año, no son pocos los vecinos de La Plata que observan y padecen con preocupación el estado del servicio del transporte público en horas pico en la ciudad.

Sobre las principales avenidas del casco urbano, la 7 y la 13, las interminables filas de personas esperando por una unidad reflejan la postergación de la solución de un problema que ya se había planteado el año pasado, incluso cuando las empresas ya estaban transitando un proceso de prórroga en el servicio que concesionaron hace más de 12 años.

Hasta el momento, ni desde el Concejo Deliberante ni tampoco desde otros sectores vinculados al servicio público de la comuna volvieron a hablar de las licitaciones para mejorar los recorridos, las unidades y sobre todo, coordinar la cantidad de colectivos en determinadas horas en las cuales las personas se juntan para ir a trabajar o volver a sus casas a la tarde. Por el contrario, durante casi tres meses, el principal foco de atención estuvo centrado en el registro de la tarjeta SUBE, a los fines de evitar pagar precios exuberantes ante la quita de subsidios que impulsó el Gobierno nacional. Pero de mejoras, por ahora nada.

Ayer a la mañana, por ejemplo, se registraron interminables filas de personas esperando por los colectivos en 13 y 39 en la parada de plaza Belgrano, para ir hacia la zona norte de La Plata.

En Los Hornos, en tanto, miles de vecinos se quejan por el estado de las paradas en la zona de la Avenida 143 y también en la 137, ya que cada vez que llueve se forman enormes charcos. Además, también en esta localidad dejó de pasar con frecuencia los colectivos con rampas de accesos para las sillas de ruedas y varias personas con dificultades motrices en 60 y 145 denunciaron lo que está ocurriendo.

Otro punto de conflicto es el ramal 14 de la línea Este, una de las más usadas por los platenses por el extenso recorrido que tiene desde la localidad de Villa Elvira hasta el centro y viceversa.

En horas pico, los colectivos dejaron de parar inclusive desde 7 y 56 hasta 7 y 80 y muchos usuarios deben caminar más de 15 cuadras. Por momentos, esta situación se torna angustiante, según el relato de los damnificados que además pagan casi el 80% más que el año pasado por el servicio.