ENTREVISTA EXCLUSIVA

Cáncer de piel: qué hacer cuando calienta el sol

La coordinadora de la 27° Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel, Ana de Pablo, aseguró a diario Hoy que “las camas solares producen el mismo daño que puede provocar el sol”.

En el marco de la pandemia, diversos estudios e instituciones revelaron que un gran número de pacientes postergaron o suspendieron sus controles de rutina. Frente a este panorama, desde la Sociedad Argentina de Cancerología advierten que la mortalidad por cáncer aumentará debido a la falta de realización de estudios diagnósticos y terapéuticos.

En diálogo con diario Hoy, Ana de Pablo, coordinadora de la campaña que impulsa la Sociedad Argentina de Dermatología y subjefa de Dermatología del Hospital Universitario Austral, habló sobre las claves para prevenir el cáncer más común en los seres humanos, que es el de piel.

—¿Qué es el cáncer de piel y qué factores lo favorecen?
—En principio, no hay solo un cáncer de piel. Son la formación de lesiones malignas, y el factor más preponderante en el desa­rrollo de este cáncer en humanos es la exposición a la radiación ultravioleta que viene, fundamentalmente, del sol. Puede haber otras causas, como factores genéticos que lo predispongan; o factores externos como las radiaciones, en personas que reciben radioterapia. Pero siempre hablamos de una exposición prolongada. En nuestro país también hay zonas en donde los suelos están contaminados con arsénico, y tomar agua de esos suelos a lo largo de la vida puede derivar en cáncer de piel.

—La OMS recomienda no utilizar camas solares por su relación con el desarrollo de este cáncer, ¿cuál es su opinión al respecto?
—Las camas solares producen el mismo daño que puede provocar el sol. El sol tiene dos tipos de rayos que favorecen el cáncer de piel: la radiación ultravioleta A (UVA) y B (UVB). Esta última produce el enrojecimiento cuando nos exponemos al sol, hace que nos quememos. Los rayos UVA penetran más profundo y producen daños, causan los cambios de color y el envejecimiento prematuro de la piel.

—¿Hay algún grupo de riesgo que sea más propenso?
—Está más predispuesto quien tiene la piel más blanca, las personas rubias, pelirrojas y las que tienen pecas; además, aquellos que no se broncean casi nada y se ponen colorados enseguida. También quien ha tenido antecedentes de quemaduras de sol. Quienes tienen una piel más resistente, pero que acumulan daño todos los años, también pueden desarrollar cáncer de piel. Debo aclarar que el cáncer de piel no aparece a partir de una quemadura, sino que aparece cuando el episodio es reiterado.

—¿Cómo se diagnostica este tipo de cáncer?
—En principio, el diagnóstico surge de una primera impresión clínica. El dermatólogo puede detectar una lesión sospechosa o directamente el cáncer, y luego se confirma con una biopsia.

—¿Cómo es el tratamiento?
—La mayoría de los cánceres de piel son localizados y, detectados a tiempo, son curables. El tratamiento es la cirugía, aunque hay muchos que dependen de la localización del caso, de la edad del paciente, de su estado de salud, entre otros factores.

—¿Cómo podemos prevenirlo?
—Fundamentalmente, consultando al menos una vez al año. Asimismo, tratar de no tomar sol entre las 10 y las 16 y evitar la exposición en forma directa. En caso de tener que estar expuesto, utilizar elementos para protegernos, como sombrero, ropa y protector solar, que se debe renovar cada dos horas y, en caso de interacción con el agua, cada 30 minutos.