Catering: entre la crisis y la reinvención
En un año difícil para la industria de la organización de eventos, que debió suspender su actividad, este sector busca nuevas formas para subsistir.
Si hay una actividad que se dedica a reunir personas esa es la organización de eventos. Este sector es amplio. Dentro de él
conviven empresas de sonido, iluminación, organizadores de eventos sociales y corporativos, disc jockey, artistas, ambientadores, salones de fiestas, hoteles, empresas de catering, traslados, empresas de luces y sonido, floristas, fotógrafos, servicios audiovisuales, personal de seguridad y limpieza.
Según la Asociación de Eventos de la República Argentina, la industria de los eventos factura más de 5.000 millones de dólares por año, es decir un punto del PBI, y nuclea cerca de 350.000 trabajadores.
En la ciudad de La Plata, la empresa LM Catering, con casi una década de trayectoria, emplea a cinco personas y, eventualmente, a más. Desde el 20 de marzo suspendió toda su grilla. “Teníamos aproximadamente diez eventos por semana y, en ocasiones, eventos grandes, es decir cumpleaños de 15 o casamiento, que llevan mayor preparación y que económicamente rinden más”, explicó a diario Hoy Fernando Dufour, dueño del emprendimiento.
“El primer mes de la cuarentena teníamos reservados todos los fines de semana, algunos con señas que devolvimos. Los cumpleaños de 15 o casamiento se cambian de fecha, se tiran para adelante, pero un cumpleaños de cuatro o cinco años que no se festejó dentro del mes ya no lo van a festejar”, señaló Dufour.
Federico Pérez, del catering platense A dos fuegos, dijo a Hoy que el servicio emplea a seis personas entre personal fijo y eventual. Aunque el emprendimiento tiene apenas dos años de vida, había conseguido un “buen ritmo” de continuidad. Es decir, de dos a cuatro eventos por mes. “Este año será muy delicado”, remarcó.
Morir o reinventarse
Una de las alternativas que encontraron estas empresas para asomar la cabeza sobre la difícil situación es la del delivery, es decir, llevar a domicilio lo que antes cocinaban para eventos.
Joaquín Rogg, de Bisonte Catering, quien también se vio forzado a “perder” todos los eventos que tenía en agenda, en diálogo con Hoy contó que desarrolla otra actividad laboral y, por lo tanto, la suspensión del 100% de sus eventos no lo hizo tambalear.
Rogg aseguró que el delivery es una buena medida porque de otra manera “no hay ingresos” para el sector, aunque señaló que desde Bisonte Catering “no nos volcamos al delivery porque no tenemos la infraestructura ni el tiempo para generar eso”.
En tanto, Federico Pérez de A dos fuegos contó que si bien nacieron con la idea de cocinar para eventos, la actual situación de emergencia sanitaria los empujó a pensar en estrategias como cocinar menús para pocas personas, por ejemplo, una familia que vive su confinamiento en el hogar.
“Con respecto al delivery de viandas, en su momento no lo vimos rentable ya que consideramos que la gente tenía mucho tiempo libre, tiempo para cocinar. Y sobre todo poco dinero para gastar”, sostuvo Fernando Dufour, y concluyó: “A diferencia de otros rubros, el nuestro lamentablemente no tiene fecha de inicio. Es una incertidumbre”.