CIENCIA

Confirman cuáles son los mamíferos más resistentes a la crisis climática

Por su capacidad de habitar muchos ambientes, el zorro rojo y el lobo gris son los animales más propensos a soportar los efectos del calentamiento global.

La Universidad Complutense de Madrid hizo pública una importante investigación que realizó con el fin de indagar sobre las diversas especies de mamíferos y su relación directa con el cambio climático. En el estudio, bautizado “Macroevolución y cambios climáticos: una prueba multifamiliar global apoya la hipótesis del uso de recursos en mamíferos terrestres”, se detalla que los mamíferos más resilientes al cambio climático son aquellos que tienen la capacidad de habitar muchos ambientes, ya que de esta forma sufren menos las alteraciones que se van produciendo en todo el mundo, al mismo tiempo que aprovechan los recursos de distintos orígenes, manteniéndose sin cambios durante largos períodos de tiempo.

“Ya habíamos analizado algunos grupos en anteriores trabajos, pero esta es la primera vez que incluimos información de todas las especies de mamíferos terrestres, más de 5.000 repartidas en 153 familias, para examinar esta cuestión”, detalló sobre la investigación el integrante del estudio, Manuel Hernández Fernández.

En sí, los investigadores se basaron en primera medida en un informe de la década del 80 llevado a cabo por una paleontóloga suda­fricana, donde investigó sobre la evolución y la diversificación de los mamíferos. Dentro de los resultados que arrojó el informe, se confirmó que los zorros rojos y los lobos grises, al estar considerados como los mamíferos terrestres más ampliamente distribuidos, son los que serían más resistentes a los efectos de la crisis climática. Dentro de esta particular lista también se encuentran el puma y el leopardo. En contrapartida, el lince ibérico, la cabra montés, los desmanes, varias especies de musarañas y los murciélagos son los mamíferos que menos soportarían el avance del calentamiento global de cara al futuro.

Dentro de la investigación, se dividen así las especies que solo pueden vivir en un ambiente, bajo el nombre de “especialistas”, y las especies que son capaces de ocupar distintos biomas, llamadas “generalistas”. En el caso de las especies especialistas, al verse afectadas pueden fragmentar sus poblaciones, con lo que se diversificarían más. “Si la fragmentación se mantiene suficiente tiempo como para que el flujo genético se interrumpa entre ellas, puede dar lugar a la diferenciación de una especie distinta en cada uno de esos fragmentos poblacionales. Esto se refleja en una sobreabundancia de especies especialistas sobre las generalistas. No obstante, esta mayor capacidad de diversificación tiene la contrapartida de una mayor vulnerabilidad ante los cambios climáticos. Además de la especialización ecológica, los procesos de diversificación asociada a los cambios climáticos también deben verse afectados por otros factores, los cuales todavía estamos lejos de entender plenamente”, añadió Hernández Fernández. A su vez, remarcó que los ambientes más afectados son por lo pronto los que se sitúan en los extremos climáticos, entre los que están las selvas ecuatoriales, extremo cálido-húmedo; los desiertos subtropicales, cálido-seco; las estepas, frío-seco; y las tundras, frío-húmedo.

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