¿Cuál es la hora más efectiva para entrenar?

Un estudio reciente que publicó Frontiers in Physiology sugiere que la efectividad del ejercicio tiene que ver con la hora del día en que se realice. El ensayo no solo confirma que el momento del día se asocia a la eficacia, sino que esa eficacia va a depender de los tipos de ejercicios y de si se trata de hombres o de mujeres.

El desarrollo del estudio

Se reclutaron a 30 mujeres y 26 hombres sanos, activos, fumadores y con peso normal. Los participantes se sometieron a un plan de entrenamiento durante 12 semanas, siguiendo un programa desarrollado previamente: 60 minutos de entrenamiento de resistencia, de intervalos de sprint o de estiramiento. Al comienzo y al final de la prueba, los participantes fueron evaluados en los parámetros físicos y metabólicos, como la presión arterial, la rigidez arterial, la tasa de intercambio respiratorio y la distribución corporal y el porcentaje de grasa durante el ensayo. También se registró el estado de ánimo.

Los resultados

Independientemente de su asignación al ejercicio matutino o vespertino, los investigadores demostraron que todos los participantes mejoraron su salud general y su rendimiento durante el transcurso de la prueba. “Nuestro estudio demuestra claramente los beneficios del ejercicio multimodal, tanto matutino como vespertino, para mejorar la salud cardiometabólica y del estado de ánimo, así como los resultados de rendimiento físico en mujeres y hombres”, indicó Paul Arciero, investigador principal y profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas Humanas y de la Salud de Skidmore College en Saratoga Springs, Nueva York.

Todas las participantes femeninas redujeron la grasa corporal total, la grasa abdominal y de la cadera y la presión arterial durante la prueba, pero estas mejoras fueron mayores en las mujeres que hacían ejercicio por la mañana.

Solo los hombres que hacían ejercicio por la noche mostraron una disminución en su relación de colesterol total a HDL, presión arterial, relación de intercambio respiratorio y oxidación de carbohidratos, ya que la grasa se convirtió en la fuente de combustible preferida.