Cuatro familias platenses podrán ponerle nombre a la tumba de sus parientes caídos

Gracias al trabajo conjunto entre el Equipo Argentino de Antropología Forense y la Cruz Roja, 76 de las 121 tumbas sin identificar ya pueden llevar una placa propia

Al terminar la Guerra de Malvinas muchos argentinos esperaron que sus hijos, nietos, sobrinos, hermanos y amigos volvieran a casa. Pero, por desgracia para muchas familias, eso no ocurrió, y algunas debieron aguardar hasta la actualidad, cuando se inició el proceso de identificación de soldados caídos en la guerra, para saber qué había sido de ellos. Han pasado más de 35 años. 

Por omisión, negligencia estatal y/o desinterés, los 121 soldados que desde 1982 yacen enterrados en el Cementerio Darwin, a más de 1.500 kilómetros de aquí, en las gélidas tierras de las islas, apenas cuentan con una desoladora lápida que los auna en una misma tragedia: “Soldado argentino solo conocido por Dios”. 

Sin embargo, la larga espera de las familias se vio alumbrada por la esperanza el 6 de diciembre pasado, cuando el Comité Internacional de la Cruz Roja informó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación los resultados de los trabajos de identificación realizados. El primer soldado en arrojar un 99% de compatibilidad con su familia fue Eduardo Gómez, oriundo de Chaco. De ahí en más el proceso no se detuvo, y en la actualidad el proceso para identificar las 121 tumbas que están señaladas como “NN” dio 88 resultados positivos, y en 76 de esos casos las familias ya recibieron la noticia. Cuatro de ellas son platenses.

Néstor Miguel González vivía con sus padres y cinco hermanos en la ciudad, pero con el tiempo su familia se mudó a Ensenada. Fue uno de los primeros soldados oriundos de la región en ser identificados y su hermana había confirmado que su mamá “murió hace diez años esperándolo”. Cayó en Puerto Argentino, herido por una esquirla.

Otro de los locales es Ricardo Horacio Herrera. Con 19 años ingresó al servicio militar y al año siguiente lo convocaron para combatir en las islas. 

También, la familia de Carlos Alberto Hornos recibió la confirmación de su identidad. Nacido en Abasto el 28 de diciembre de 1962, formó parte del Ejército pero le dieron la baja por casamiento. Sin embargo el 9 de abril de 1982 lo reincorporaron al Regimiento 7 y de ahí se lo solicitó a combate. El 13 de junio de 1982 falleció en Malvinas. Su mamá recibió el telegrama tres días después.

Por último, Pedro Vojkovic, nacido en City Bell. Quería ser abogado. Murió el 8 de junio cuando fue a buscar comida con otros tres soldados y pisaron una mina argentina.

- 230 soldados enterrados en el Cementerio Darwin

- 109 identificados en 1982

- 88 identificados en 1982 > 76  familias fueron anoticiadas de las coincidencias en el ADN

- 33 restan saber su identidad

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