Padres realizaron pedido de informes

Decenas de chicos se quedaron sin programa de equinoterapia en “La Repu”

Son niños con trastornos del desarrollo o retrasos madurativos. El Municipio desconoce el espacio y no ofrece respuestas

Madres y madres de niños y niñas que participaban del programa de equinoterapia en la República de Los Niños exigen al intendente Julio Garro su inmediata reapertura y financiamiento. Es que, a partir de la asunción del nuevo jefe comunal, el taller dejó de funcionar “sin explicación” y la treintena de niños que realizaban actividades de integración con caballos quedaron desamparados. 

Según relataron los padres en el pedido de informes, que se tratará mañana en el Concejo Deliberante, el programa funcionó en un principio “con el apoyo de la Fundación Valorar”, que estaba a cargo de la administración de la República de los Niños, “y se hacía responsable del mantenimiento de los caballos y de los honorarios de los profesionales no voluntarios”.

Con el cambio de gobierno, en diciembre de 2015, la fundación se retiró y los padres iniciaron gestiones con las nuevas autoridades para darle continuidad. Se reunieron con diferentes funcionarios y hasta con el mismo intendente durante la Sexta Maratón Sor María Ludovica en febrero de este año. Pero, a pesar de conseguir el compromiso de la Fundación Rocha de Plata para mantener a los animales, el Municipio no restableció el plan, y los chicos no recibieron terapia durante todo 2016 y lo que va de 2017. 

“Ahora van a tener que explicar en el Concejo Deliberante cuáles son los motivos para negarnos la reapertura”, señaló Luciano Corradini, padre de Ailén, una niña que participaba del programa.

Desde la Comuna, por su parte, solo reconocen como terapia asistida con caballos el taller “Alma Mía”, que se realiza en el predio de 122 y 56. De hecho, expresaron que “no hay ningún archivo que establezca que se realice un taller de este tipo en otro espacio”. 

“El predio está disponible, los profesionales también. Falta la voluntad política”, dijo Luciano y subrayó que en todo este tiempo “nunca dieron una solución a la demanda”. “No nos responden”, aseguró. 

El grupo de equinoterapia de la “Repu” contaba con un equipo interdisciplinario de psicólogos, kinesiólogos, terapistas ocupacionales y docentes, en su mayoría voluntarios, que llevaban adelante la actividad en el predio de atrás de la granja. El programa funcionó durante casi cinco años, los días viernes y sábados para menores con distintas discapacidades como síndrome de down, parálisis cerebral, retraso madurativo y TGD. 

Para colmo, la forma en la que se enteraron que ya no podrían desarrollar la terapia no fue la mejor: a principios del año pasado, cuando terminaron las vacaciones, se acercaron como de costumbre y los nuevos encargados manifestaron “desconocer” la existencia del programa, impidiéndoles la llegada al establo. “O sea que, aunque tuviéramos el caballo y nos hubiéramos encargado de conseguirlo no nos hubieran permitido realizar la actividad”, dijo Luciano.

La equinoterapia está considerada como una terapia integral que, además de cumplir funciones fisioterapéuticas, ofrece amplios beneficios en el área psicológica. Hoy, los niños que encontraron en “Rúcula”, “Pico” y “Paco”, los caballos de la “Repu”, un nuevo modo de relacionarse y aprender, ya no pueden hacerlo. A pesar de que el derecho a la salud sea un valor primario básico garantizado por la Constitución, el arco municipal parece desconocerlo.

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