Describen el primer gen asociado a la obesidad canina

Un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha identificado el primer gen asociado a la obesidad canina. “La genética tiene que estar implicada cuando hay algún rasgo más común en una raza”, cuenta Eleanor Raffan, primera autora del estudio publicado.

Los labradores retriever proceden del territorio canadiense de Terranova. Los hay de pelo color canela (el más habitual), marrón y negro. A día de hoy una de sus funciones más relevantes es la de perros de asistencia para personas ciegas y otros tipos de discapacidad física. Son perros dóciles e inteligentes, pero al ser tan glotones se distraen con facilidad.

Según los resultados del estudio, el 23% de los labradores retriever analizados presentaron esta mutación asociada a la obesidad. De media, estos perros pesaron 1,9 kilos más que la media. “Realmente hay una razón biológica detrás de la reputación de los labradores por su obsesión con la comida”, añade Raffan.

Una alteración en el gen POMC, que ya se había identificado en humanos, interrumpe la codificación de una proteína que está relacionada con el equilibro energético y el comportamiento de la ingesta.

El exceso de peso no solo se ha convertido en un problema para los humanos. En perros el exceso de peso varía entre el 34% y el 59% en los países industrializados.

“Los perros que conviven con propietarios obesos tienen más números de ser obsesos”, comenta el estudio sobre el traspaso de los malos hábitos.

La obesidad canina se relaciona con una esperanza de vida más corta y otros problemas asociados al exceso de peso similares a los de los humanos: dificultades respiratorias, diabetes y artritis, entre otros.