“Desde 2008 pedimos que nos ayuden, ya no sabemos qué hacer”

Los vecinos reclaman la apertura de calles cerradas y pavimentación desde hace años, porque cuando llueve quedan aislados. Nunca los escucharon ni enviaron a nadie.

La situación en el barrio de Los Hornos, más precisamente en la zona de calle 62 entre 162 y 164, es desesperante y los vecinos ya no saben qué hacer. Desde 2008 vienen pidiendo una solución que nunca llega y la situación empeora año a año.

Diario Hoy habló con Miguel Saleski, quien vive en 62 y 162 bis, y desde hace tiempo viene luchando junto a sus vecinos para que el Municipio haga algo. “Desde el año 2008 que pedimos la apertura de calles y la delegación nunca nos escuchó, nunca mandaron a nadie”, comenzó diciendo un poco resignado. “Recién en el 2010 me dijeron que tenían que hacer un expediente, de acuerdo a la delegada Berta, entonces ese mismo día me apersoné en la Municipalidad y abrí un expediente, el 98.139 de 2010, en el cual pedimos apertura y mejorado de la calle 62, de 161 a 164”, afirmó Miguel, mostrando como pruebas todos los documentos de los expedientes que fue pidiendo.

“Después más adelante hicimos el reclamo, con otro expediente que nos hicieron hacer que es el 011305 del 2011, reclamando lo mismo. En aquel momento desde la Municipalidad la respuesta que nos dieron no fue una respuesta, sino que hicieron ocupar la 62 de 161 a 162 y les dijeron a los okupas que hicieran un planito, que les iban a dar el terreno para que tengan, pero sobre la calle. Entonces la calle quedó cortada. Me acuerdo que acá en la familia compramos unos caños y un camión de toscas para abrir la calle 62 y empezamos a salir por 162, para que no se vengan con las casillas hasta 164 todo por la calle. O sea luchamos para que nos hagan algo y nunca lo hicieron”, añadió.

Miguel está cansado, es un hombre grande que, como dice él, ya está hastiado de ir de acá para allá pidiendo cosas. “Reclamamos por varios medios, por la Defensoría de la Municipalidad, por Defensoría de la Provincia. Yo tenía a mi hijo discapacitado, que lamentablemente falleció por falta de luz, porque además no tenemos luz casi, la tensión es muy baja. Uno piensa que lo está nebulizando, que le está haciendo bien al chico y resulta que murió de una neumonía por falta de luz”, relató con dolor.

“Ahora en el barrio tenemos dos chicos discapacitados, que cuando han tenido convulsiones las ambulancias no entran, no pueden ir a centros de rehabilitación porque los transportistas no quieren entrar”, remarcó Miguel, que espera al menos ver algo de asfalto luego de 13 años de lucha.

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