“Es tradición tener las zapatillas negras por el barro del camino que no arreglan”

La frase proviene de uno de los alumnos de la Escuela Rural Número 34, que está en el límite entre La Plata y Magdalena. Ya suman dos semanas sin clases presenciales por el estado del camino rural que conecta la Ruta 36 con la calle 30, a la altura de la 708 de Ignacio Correa.

En el Sur de La Plata, en la frontera con el partido de Magdalena, las personas ya no usan calzado de cuero, zapatos o zapatillas en buen estado. Han recuperado una vieja pero efectiva costumbre y han retornado a las botas de goma. Pero no las usan por moda, sino por el pésimo estado de los caminos y las calles de tierra que nunca terminan de arreglarse.

Esta semana, los alumnos de la Escuela Rural Número 34 no pudieron concurrir a las clases por el estado del camino que conecta la calle 30 con la Ruta 36.

Son aproximadamente ocho kilómetros de un camino que viene a reemplazar o continuar la calle 708, que es la última reconocida con numeración de La Plata en el Sur. Esta misma delimita a la capital provincial con Magdalena en la parte sur, como así también ocurre con la avenida 122, que divide a La Plata de Berisso y de Ensenada en la zona este.

“Son 50 cuadras (cinco kilómetros) de un camino que ha dejado de ser transitable. Algunas personas usan camionetas cuatro por cuatro para llegar hasta la escuela y otros, que tienen camionetas, conocen el camino y se animan a transitarlo. Pero la mayoría no pudo concurrir a la escuela ni esta semana ni en gran parte de la semana anterior por el estado de las calles”, explicó Graciela, mamá de un grupo de alumnos.

“Este camino, además, conecta el pueblo de Oliden, más allá de la Ruta 36, con Bavio. El miércoles de la semana pasada, cuando empezó a llover tuvieron que sacar a los nenes con un tractor”, expresó enojada la vecina de Ignacio Correas.

“Con suerte, si para y seca, vamos a poder volver a tener clases el viernes de la semana que viene. Porque una vez que para de llover tiene que secar”, expresó Sabrina en el lugar.

Este grupo de personas elevó el reclamo a la Municipalidad de Magdalena, ya que el establecimiento educativo está del lado de esta ciudad. Sin embargo, el camino es compartido entre los dos partidos: el de La Plata y el de Magdalena.

“La última vez hicieron una mejora en el camino fue en el 2011. La última reunión fue hace tres años. El intendente Peluso de

Magdalena dijo que ponía maquinaria, el combustible y el personal, pero que necesitaba que el intendente de La Plata ponga el calcáreo. Elevamos una nota a la Municipalidad, a la Gobernación y a la seguridad vial, que nos contestó que no tenían el material. Ahora esta semana nos contactó el delegado municipal de Parque Sicardi, que nos aseguró que si la intendencia le bajaba el material él se hacía cargo del trabajo”, explicó Graciela.

Mientras tanto, varios niños presentes en el lugar mostraron las zapatillas embarradas. “Un día estábamos yendo a la escuela y el camino estaba bien, pero de repente los autos empezaron a encajarse y tuvimos que seguir caminando. Para mi es tradición tener las zapatillas negras”, contó resignado uno de los alumnos de la Escuela Rural 34.

La nota se cerró con un mensaje desde lo más profundo del corazón: “Por favor, que arreglen el camino”, reclamaron los más pequeños de Sicardi y Correas.

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