Dos colectivos en reparación generaron confusión en la Terminal de La Plata

Ayer por la mañana, dos unidades de la empresa El Rápido Argentino no iniciaron su recorrido por desperfectos mecánicos. Los pasajeros denunciaron un nuevo paro de choferes, que luego fue desmentido

En el día de ayer, la Terminal de Ómnibus de La Plata amaneció convulsionada: fallas mecánicas en dos servicios de la empresa El Rápido Argentino y una mala comunicación de la compañía generaron confusión en los pasajeros, e incluso se comenzó a correr el rumor de que los choferes de la firma habían iniciado un nuevo paro. 

Sin embargo, Darío Musto, el director de la terminal local, confirmó en diálogo con diario Hoy que la medida de fuerza nunca existió. “Hablé con gente de la empresa y con la parte gremial, y me dijeron que hubo desperfectos técnicos en dos servicios a Magdalena y General Belgrano, pero los pasajeros fueron derivados a otras empresas que cubrían esos trayectos”, explicó.

El servicio anunciado a las 7 no partió y las ventanillas de la empresa permanecían cerradas, por lo que la demora y la incertidumbre generaron bronca en los pasajeros. Muchos de ellos provenían de Olavarría, del recital del Indio Solari, y esperaban el trasbordo hacia otros destinos. En ese marco, uno de ellos tuiteó que había paro de los trabajadores de la empresa.

Desde la Dirección de Transporte de la Provincia de Buenos Aires tomaron nota del conflicto y resolvieron que era una falsa alarma. Los pasajeros asignados a los colectivos en reparación fueron reubicados en viajes de otras empresas, como Expreso La Plata y Unión Platense. 

Un conflicto de larga data

El conflicto entre trabajadores y directivos de la empresa tuvo un choque duro el mes pasado. El 8 de febrero, cuando los servicios a la Costa estaban en su apogeo, se definió un cese de actividades. Los pasajeros atravesaron sus equipajes para que no pudiera pasar el resto de las unidades y se les proveyó otra micro, pero la disputa entre los choferes y la firma se prolongó durante una semana más. 

Los trabajadores se quejaban de las pésimas condiciones en las que conducían. El Rápido Argentino, que pertenece al grupo Plaza, de los hermanos Cirigliano (condenados por la tragedia ferroviaria de Once), sufrió un proceso de desinversión y deterioro. Sus unidades no fueron renovadas y sus empleados debían brindar los servicios en condiciones paupérrimas. Los directivos se comprometieron a comprar nuevos coches para descomprimir la situación, promesa que finalmente permitió que se destrabara el conflicto el 14 de febrero.

Desde entonces, según Musto, la empresa adquirió unidades nuevas y los choferes están trabajando con normalidad, aunque reconoció que el predio de La Plata en el que se guardaba la flota se encuentra cerrado por reparaciones, y que por ese motivo las unidades parten desde Barracas antes de pasar por La Plata. Esa situación podría producir demoras en algunos viajes.

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