El geólogo platense detrás del registro de vida más antiguo de Sudamérica

Se trata de Daniel Poiré, egresado de la UNLP, quien tras recorrer el mundo volvió a la Argentina siguiendo una corazonada. La consagración le llegó recién a los 63 años

En el año 1992, Daniel Poiré, un geólogo platense egresado de la UNLP, viajó a Olavarría en búsqueda de formas de vida primitivas anteriores a la fauna actual. Pese a no haberlas encontrado en ese momento, tras un paso por la ciudad de Liverpool, Inglaterra, en el que analizó materiales fósiles provenientes de África, regresó al país con una idea fija: “En la Argentina también tiene que haber también”. Casi 25 años después, el tiempo y la ciencia le dieron la razón.  

La semana pasada se dio a conocer la noticia de que en la Formación Cerro Negro, ubicada en el partido bonaerense de Olavarría, científicos del Conicet La Plata encontraron fósiles de formas de vida de hace 545 millones de años. Es decir, el registro más antiguo hallado en América del Sur. Como no podía ser de otra manera, Poiré estaba involucrado: fue director de tesis de postdoctorado de la investigadora María Julia Arrouy, primera autora del trabajo sobre el hallazgo. 

El descubrimiento se trata de cientos de impresiones fósiles de un conjunto de seres vivos, denominados biotas, halladas sobre piedras. “Descubrimos impresiones de organismos pluricelulares, extintos y previos a la Explosión Cámbrica, que es cuando comienza a aparecer toda la fauna tal cual la conocemos en la actualidad”, explicó Poiré, que tras la publicación del trabajo en la reconocida revista científica Scientific Reports, obtuvo la validación por parte del resto del mundo. 

Su vida en la ciudad

La carrera docente de este investigador es interminable. Además de ser profesor en la Facultad de Ciencia Naturales y Museo, en las carreras de Geología y Paleontología, también tuvo su recorrido en diferentes colegios secundarios de la ciudad. En sus épocas de profesor de Biología en el San Luis, llevaba de campaña a Puerto Madryn y Bariloche a los alumnos para que pudieran tener experiencias de exploraciones: “No eran viajes turísticos, solían ser expediciones para que los chicos encontraran cosas entre las piedras, los arroyos y las montañas”, comentó a este medio Poiré. 

Aunque sea un hincha fanático de River, en la década del 70, durante sus épocas de estudiante universitario, asistió a muchos partidos de Gimnasia. Para poder costear su carrera, el ahora geólogo consagrado, trabajó casi diez años en la boletería del club albiazul. “Al principio cobraba la entrada y con el paso del tiempo empecé a hacer las recaudaciones”, recordó con nostalgia. 

Al egresado del Normal 3, padre de tres hijos, la edad no le pasa factura. A sus 63 años mantiene una figura intacta: “Debo ser un pedazo de biota”, concluyó entre risas Poiré.   

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