Energía solar y de bajo costo

Investigadores argentinos se embarcaron en un proyecto ecológico que apunta a resolver la problemática del acceso al agua caliente en los sectores más vulnerables

Tras la crisis de 2001, el grupo de investigación liderado por Gustavo San Juan, quien trabaja en el Conicet, es director del Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (Iipac, UNLP) y del Laboratorio de Modelos y Diseño Ambiental, tomó la decisión de desarrollar productos de primera necesidad para los sectores más vulnerables de la población.

En 2003, una vez creado el laboratorio, se comenzó a trabajar en el desarrollo de componentes y sistemas solares. Así, el grupo diseñó un calentador solar de agua que puede ser construido con materiales fáciles de conseguir en cualquier ferretería. El equipo calienta hasta 80 litros de agua por día y cuesta aproximadamente un tercio del valor de un calefón comercial que funciona a gas. Si bien el aparato no tiene la misma eficiencia, es una alternativa económica para proveer de agua caliente a una familia.

“Son colectores solares de bajo costo y de tecnología sencilla. El punto fundamental es ese: que cualquier persona pueda hacerlos y no tengan que gastar 12.000 o 15.000 pesos, que es lo que cuesta un calefón de mercado”, explicó San Juan, agregando que  “pueden abastecer a una familia de cuatro o cinco personas y el agua caliente se puede usar para aseo personal, de ropa y lavado de la casa, pero no para consumo”.

“Hasta ahora hemos fabricado más de 1.500 calefones en diferentes partes del país, especialmente en el Conurbano de La Plata. Todo lo trabajamos en conjunto con la gente, empleamos materiales de uso corriente y no hay que soldar ni hacer procedimientos especiales”, agregó. Al ser un proceso tan sencillo que se puede aprender en una mañana, la gente puede replicarlo y construir la cantidad de colectores que necesiten, para ellos y su familia.

Emprendimiento futuro

Aunque los calefones se arman con elementos que se pueden comprar en cualquier local comercial, para bajar aún más los costos los investigadores están trabajando en el desarrollo de sus propias matrices para fabricar los componentes en serie.

Actualmente usan piezas comerciales de polietileno, pero “a futuro, hacer nuestras matrices y luego nuestras piezas lo convertirá en un sistema semiindustrializado”, comentó San Juan.

La parrilla que absorbe la radiación solar se arma con piezas y caños de polietileno, mientras que para los tanques en general se usan diferentes materiales reciclados. Sin embargo, si comenzaran a diseñar sus propias piezas, se optimizarían los componentes y todos los insertos, como caños o derivaciones en el mismo tanque.

Es decir, donde antes había que agujerear, pegar y atornillar a mano, ahora con las nuevas piezas son necesarios menos pasos y procesos. “Si baja el número de componentes y se producen en serie, va a ser más barato y 

fácil de armar, al mismo tiempo que mejora la eficiencia térmica del sistema”, agregó el experto.

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