Comida rápida vegana
“Hay un cambio en los hábitos”
En el marco de la pandemia floreció una gran cantidad de emprendimientos gastronómicos saludables en La Plata. “Ahora los clientes no solo son los veganos de siempre”, dicen.
Durante los últimos años, la gastronomía platense se diversificó notablemente. En este sentido, uno de los caminos alternativos con mayor crecimiento ha sido la cocina orgánica y muy especialmente la vegana. Alentada tanto por la población joven de la ciudad universitaria como por la creciente concientización alrededor de los consumos alimenticios, la vertiente sumó una gran cantidad de emprendimientos de fast food vegano; con la pandemia fortalecieron sus servicios de delivery.
“Hay un cambio en los hábitos que tienden a lo saludable, a cuidar el cuerpo y también el planeta y a otros seres vivos”, dice Camille Chaumeil, responsable de The Big Veg. “El veganismo creo que no venía pisando fuerte en la ciudad hasta que la pandemia incentivó a cambiar estos hábitos. En todo caso, se veía más recluido a emprendimientos sin un formato físico”.
Concentrada inicialmente en las cartas de unos pocos restaurantes y en las firmas hogareñas que carecían de un punto de venta a la calle, esta gastronomía también está sumando sus propios espacios.
La carta de los servicios de comida rápida vegana está apoyada fundamentalmente en sandwiches, rolls, salsas, licuados e incluso postres, panes de semillas, milanesas de tofu o seitán, brownies y tartas. Incluso hay una suerte de bacon a base semillas de girasol activadas, aceite de coco y tomates deshidratados. “Ahora los clientes no solo son los veganos de siempre ,que tendían a una alimentación más saludable y naturista, sino también la nueva generación golpeada por una pandemia cuyo foco está en el consumo de carne y las condiciones de producción de nuestro país”, dice Chaumeil. “Cada vez se toma más conciencia y el público empieza a variar. Como nosotros que intentamos entrar por el fast food y el food tech, otros lo hacen con los súper alimentos, la comida keto, etc. Hay muchas propuestas atrayendo un público que sigue eligiendo consumir carne, pero en menor medida”.
Por supuesto, el desarrollo de la gastronomía vegana lleva inscripta una militancia desde su propio origen: una posición frente al mundo, una forma de trabajo, una red de vínculos. En esa dirección, por ejemplo, el packaging de algunos de estos emprendimientos es biodegradable y el trabajo de su propia cocina apunta al reciclaje integral. “No se puede hacer una cosa sin la otra”, apunta Chaumeil. “Vender un producto no especista va aparejado al ser vegano y militarlo; no solo hay que cambiar los hábitos alimentarios, sino también los que dañan al planeta.
Incluso nuestro marketing está basado en esa empatía, que escapa a una militancia solo vegana sino que también es feminista, transfeminista”.