Holanda se prepara para la coronación de Máxima Zorreguieta

La princesa argentina y su marido, el príncipe Guillermo Alejandro, se convertirán en reyes de los Países Bajos el próximo martes. Una elegante ceremonia de estrictas normas protocolares

Holanda será el centro de mundo el próximo martes, con motivo de la Coronación de los Príncipes de Orange, en la que la argentina Máxima Zorreguieta se convertirá en reina consorte de los Países Bajos. Las celebraciones incluirán desfiles de carrozas y travesías en bote por los canales de Amaestrad, decorados para la ocasión, que marcarán una nueva era de una de las casas reales más poderosas de Europa.

El programa oficial del 30 de abril comenzará con la firma del Acta de Abdicación en el Palacio Real. Beatriz de Holanda dará un paso al costado y lo dejará por escrito ante el escribano de la Casa Real. Luego, la familia se trasladará en carrozas hasta la Nueva Iglesia de Ámsterdam, donde se llevará a cabo la ceremonia de investidura. 

La sobriedad de los actos responderá a los deseos del futuro rey y de la todavía reina Beatriz.

Estilo y glamour

Se sospecha que podríamos ver el martes entre dos y tres cambios de ropa en Máxima (entre trajes de día y de gala), más el vestido de noche de la víspera, con motivo de la cena de despedida de la reina Beatriz. La argentina podría estar vestida por Valentino, aunque no se descartan diseños del holandés Taminiau y de la firma Natan. Seguramente lucirá el cabello recogido y una tiara del invaluable conjunto de joyas Stuart, que lleva diamantes de 36 quilates.

Guillermo Alejandro, el futuro Rey (que festejó ayer sus 46 años), lucirá un frack de chaleco blanco y una versión restaurada del manto real que llevó la reina Beatriz en 1980. El manto es una copia del original de 1815 que se usó durante la entronización de Guillermo I. 

A los asistentes, se les pidió sobriedad tanto en sus atuendos como en sus sombreros. Las damas deberán llevar trajes de chaqueta o vestido corto hasta la rodilla, y se les exigió que no usen pamelas exageradas ni sombreros de ala ancha: la idea es dejar  los rostros al descubierto.

El futuro como reina

En cuanto a su vestuario, una vez proclamada reina, Máxima deberá respetar el largo protocolar de 2 centímetros debajo de la rodilla en ocasiones formales que lo requieran, aunque no se distanciará demasiado de su estilo actual, ya que tendrá libertad de elección en cuanto a los tonos. También deberá usar pamelas, apliques y condecoraciones. La única restricción será en el cabello: desde el martes, deberá llevarlo siempre recogido en todos los actos oficiales. 

Como Reina consorte, sus funciones se limitarán a cumplir con asuntos protocolares, como acompañar a su esposo en actos oficiales, ocuparse de las obras de caridad de la Casa de Orange y criar a la heredera del trono. Si se produjera una separación o divorcio, perdería el título y sus hijas quedarían al cuidado del padre

Finalmente, Máxima nunca más será llamada por su nombre, y en el caso de que alguien solicitara su atención, debería hacerlo siempre utilizando la frase  "Su majestad". 

Furor en las calles de Ámsterdam

Además de engalanar las calles y balcones del país ante la ceremonia que tendrá lugar el próximo 30 de abril, los ciudadanos holandeses ya tienen disponibles una larga lista de souvenirs para recordar un día inolvidable.

Tazas, bufandas, almohadones, fundas para el iPhone y el iPad, monederos, marcos de fotos, entre otros objetos, son los recuerdos ofrecidos para todos los gustos. En ellos aparecen no sólo los rostros de la reina Beatriz y los príncipes Guillermo y Máxima, sino también los de sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariana. 

Amalia, la verdadera princesita

No tiene ni diez años y ya asume una gran responsabilidad. La princesa Amalia se convertirá este martes, tras la coronación de su padre, (quien pasará a llamarse Guillermo IV de Holanda) en heredera al trono, como especifica la constitución de aquel país, y por tanto en la nueva Princesa de Orange. El hipotético nacimiento de un hermanito no sería motivo de cambio en el orden sucesorio. 

Catalina Amalia Beatriz Carmen Victoria nació el 7 de diciembre de 2003 en La Haya, y recibe entrenamiento para ejercer como soberana. Lo más sorprendente es que ya le preguntó a su padre cuándo abdicará a su favor.

El estilo de una soberana moderna

El estilo de Máxima es considerado como uno de los más influyentes de la monarquía europea: logra llevar atuendos acordes con el protocolo, con su impronta desenfadada. Y para la envidia de muchas, tiene acceso a toda la colección real de joyas. 

Al comienzo de su principado, su vestimenta fue sobria y cuidada. Progresivamente comenzó a innovar en colores y texturas, haciendo gala de su juventud, mediante conjuntos y accesorios que dieron una bocanada fresca a la moda de la Casa de Orange. Los toques personales los aporta con sus originales sombreros.

Normalmente usa alta costura: Valentino es su diseñador favorito (fue el responsable de su vestido de novia, en tono marfil y con una cola de cinco metros). También elige al holandés Jan Timiniau, al belga Edouard Vermeulen y el inglés Nathan Jenden, para sus eventos más destacados. De la Argentina, opta por Benito Fernández y Olga Naum. 

No obstante, el detalle más importante de su imagen -el que ganó el corazón de los holandeses- es su sonrisa y su aura natural.