Ignacio Correas: un rincón donde la ciudad sabe a pueblo

Un pago chico que nació a la vera del ferrocarril en mayo de 1887. Hoy la disfrutan 500 familias

Hacia el sur platense, donde los amaneceres y atardeceres lucen distintos en colores y olores, Natalia Catalini, madre de dos hijos (Cairel, de 16 años, y Santiago, de 11), llega a cuidar sus panales de obejas. Apicultura que hace 9 años cumplió el primer sueño del campo propio para producir miel, y luego de casi diez años espera poder mudarse, ya que encontró su lugar en el mundo.

Correas cumplió años sin fiesta, aunque hay chances de que el 9 de julio se realice otra peña con presencia del Pampa Cruz, ícono folclórico, para seguir generando dinero y con éstos poner más lindo al lugar, el más relegado de todo el Gran La Plata.

Basureros de fierro (a los ocho que compraron se le agregarán diez); una remodelación del techo del Centro de Fomento Correas (cito en 29n y 696); un sillón odontológico para la Salita de Primeros Auxilios; y un cartel de de Bienvenidos al pueblo fundado el  15-5-1887. Demasiados logros para tan pocas manos, en un tiempo de mucha velocidad y poco tiempo para estar en familia. Un conglomerado social que, increíblemente, no sufre hurtos ni violencia, aunque con los perros hay dramas, por la presencia indeseable de un ser no tan humano que fuera de sus cabales se empecina en envenenar a los canes (Ver recuadro).

Cuatro garitas

“Hay entre 400 y 500 habitantes, está creciendo con los últimos loteos y las mejoras. Ya siento el pueblo como mío y no veo la hora de estar radicada definitivamente”, agregó Natalia, quien tiene su sala de extracción de miel, un campo con los panales y un futuro que promete larga y buena vida -por ahora va a trabajar de 8 a 18, todos los días, en su camioneta-.

Las ganas de mejorar se multiplican casa por casa. Hay unión. Y con la Peña que se hizo en octubre pasado salieron los fondos para comprar los hierros que fueron entregados a las autoridades municipales, que (¡al fin!) pudieran ayudar con mano de obra. Garitas que ya están por estrenarse. Es que a Correas ingresa el cartel 80 de la Línea Este, y hasta el momento la gente tiene que esperar a la intemperie, en zonas donde el frío y el calor exponen a un problema.

El amor es más fuerte. Y hay postales que erizan la piel del común de la gente: esa Escuela Primaria Nº 23 donde muchos niños van a caballo; el almacén de Tita Montes de Oca; la iglesia Santa Marta y el convento donde las monjas acuden a tener su recreación. Los ciclistas que lo visitan fines de semana y feriados. Los apicultores y el canto de los pájaros. Todo está en el horizonte de Correas, en el último rincón platense.

Cumpleaños sureños

El 15 de mayo de 1887 figura como fecha de fundación tanto de Arana como de Ignacio Correas. La fecha está relacionada al ferrocarril mixto de pasajeros y encomiendas, que unía La Plata con Magdalena (clausurado por la dictadura en 1977). Cerca de esos días, el 15 de abril de 1888, se fundaba Villa Garibaldi, un lugar que llegó a tenerse en cuenta para edificarse el centro platense.

¡Cuidado con los perros!

Las mascotas no encontraron nunca en Ignacio Correas un terreno fértil para vivir pacíficamente. Un demente (no identificado) se repite en ataques, ya que en los últimos años ya murieron alrededor de 300 perros.

Por esta razón, doce familias iniciaron una Asociación Civil “Los Tobianos” con el fin de empezar a cambiar algo que se había naturalizado. “Están tirando veneno en la vía pública y me mataron a Toby, que era parte de nuestra familia, un integrante más”, se angustian al recordarlo en la casa de los Catalini. Fueron ellos los que invitaron a sumarse y a empezar a crear un grupo para defender los derechos. En febrero, llegó el aporte municipal de un carro veterinario móvil, que está a cargo de Dolores Oliva, quien está losdías lunes, de 9 a 12 horas, haciendo castraciones y concientizando.

Para quienes estén interesados en pedir número, llamar al 221 (15) 567-3943.