Ingresó un espía ruso al país y estaría trabajando como traductor

Se llama Alexander Verner, una identidad presuntamente falsa. En Buenos Aires hay varias direcciones vinculadas con él. Su último ingreso al país y el caso de otros agentes de inteligencia en la región

Un ciudadano ruso que trabaja para el servicio de inteligencia militar del Kremlin -conocido internacionalmente bajo las siglas GRU- ingresó a la Argentina con pasaporte de aquel país y desarrolla sus actividades bajo la fachada de “traductor”. En los años que lleva en el país, consiguió instalarse en la Ciudad de Buenos Aires y hasta logró documentación nacional.

Su nombre es Alexander Verner, de 32 años, nacido el 3 de enero de 1991. Figura registrado como monotributista Categoría B desde octubre de 2016 por lo que se presume que está en la Argentina desde entonces, aunque su CUIT figura actualmente como inactiva. Desde aquel año presenta pocos aportes a la Obra Social de los Empleados de Comercio.

Verner pasaba desapercibido y no estaba inscripto como empleado de la Embajada de Rusia en Buenos Aires. Para ello consiguió un trabajo lógico: traductor de ruso. Son varios los domicilios que se registran bajo su nombre: uno en Santiago del Estero al 600, otro en Carlos Calvo al 2200 y uno más en Avenida del Libertador al 700. Otro dato llamativo: su cuarto domicilio es... una plaza sobre la avenida Córdoba al 2100.

Su último ingreso al país fue el pasado 27 de marzo. Aterrizó alrededor de las 7 y media de la tarde en Ezeiza en el vuelo TK15 de Turkish Airlines proveniente de Estambul con escala en el Aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo. Turquía quizás refuerce sus controles si no quiere convertirse en un hub para los miembros del GRU.

Verner también tiene una particularidad. Utiliza el mismo tipo de pasaporte que poseen otros miembros del servicio de inteligencia no oficiales del Kremlin. Su numeración comienza con los números 643258017 ó 653453865. Los años que estuvo el funcionario ruso en la Argentina también le valieron otra recompensa: consiguió que el estado le proporcionara un documento nacional de identidad -19081836- y un pasaporte -AAG623927- emitidos “legalmente”.

De acuerdo a investigadores, Verner no sólo mintió sobre su verdadera profesión, sino que incluso fraguó su documentación de origen para obtener el pasaporte y DNI argentino. Como suelen hacer estos operativos, ingresan a cada país como rusos con pasaportes especiales emitidos por el GRU, una vez dentro, se presentan ante los registros estatales para conseguir documentos apócrifos. A las autoridades locales Verner les indicó que había nacido en Alemania, cuando en verdad lo hizo en Rusia hace 32 años.

Los representantes alemanes en la Argentina ya deben estar averiguando cómo fue que el “traductor” fraguó una partida de nacimiento.

En las pocas actividades que tiene presenta su curriculum como: bachiller en Periodismo por la Facultad de Periodismo de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, fundada en 1991. También cursó una maestría de esa actividad profesional en la Universidad de Buenos Aires. Y agrega ser corresponsal y traductor para diversas agencias de noticias. Sin embargo, su identidad no está muy extendida.