IOMA cubrirá tratamiento con cannabis a joven de Berisso

Con el objetivo de brindarle una mejor calidad de vida a su hijo, Romina Ramírez llegó a llevarlo a China, donde le trasplantaron células madre. Sin embargo, ninguna de las terapias anteriores fue tan efectiva como la del aceite de cannabis, a la que la obra social le dará acceso

Romina Ramírez sabe que, para darle una vida digna a su hijo, tiene que golpear muchas puertas, llenar formularios y armarse de paciencia. También sabe que, de tanto andar, la vida le da satisfacciones, como la que recibió cuando llamó a IOMA y le informaron que habían aprobado el tratamiento con aceite de cannabis para Agustín Alderete, a quien cría en soledad desde hace 16 años y que padece de epilepsia refractaria desde hace ocho. 

Romina inició los trámites ante la obra social en agosto pero su pedido fue rechazado “porque consideraron que no se habían probado las dosis máximas de otros medicamentos antes de llegar al aceite”, informó a diario Hoy. A su vez, esta mamá reconoce que “al ser todo tan nuevo, faltó presentar documentación de todos los tratamientos que Agustín había hecho y la medicación que tomó”.

En la historia clínica de Agustín se encuentra un trasplante de células madre en China (que le permitió pasar de 16 convulsiones diarias a seis), varios implantes de las mismas células en nuestro país y una ingesta diaria de al menos ocho medicamentos, que, de todos modos, no frenaban las convulsiones. 

“Cada vez que convulsionaba, mi reacción era abrazarlo y rogar que se le pase”, recuerda Romina. Cuando sus súplicas no daban resultados, como una vez que convulsionó durante todo un día, debía llevarlo urgente al hospital. Allí llegó a estar un mes internado con asistencia respiratoria. 

Con el aceite de cannabis, alternativa en la que incursionaron hace dos años y medio, Agustín lleva dos meses sin tener ningún episodio convulsivo. Después de probar con diferentes cepas y dosis, ahora consume unas 16 gotas de la variedad Amanda, por las noches.

Fiel a su costumbre, esta madre no se rindió ante el primer “No” de la obra social. “Presenté la historia clínica completa el mismo día en que se aprobó la reglamentación”, dijo en referencia a la Ley 27.350 para el uso medicinal de la planta de cannabis.

Efectivamente, desde la obra social confirmaron a este medio que el tratamiento “tiene informe favorable de la auditoría especializada y en los próximos días la obra social concretará la compra del medicamento solicitado”. 

“Con el aceite pudimos bajarle la dosis de medicación que tomaba, que lo hacía dormir casi las 24 horas”, afirmó la madre. Ahora sabe que la obra social le proveerá el aceite de la cepa Charlotte, que es la indicada para la epilepsia refractaria, y se ilusiona con que su hijo mejore aún más. “Ahora llega a estar doce horas despierto”, dice Romina, satisfecha con su logro. 

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