Las chicas gamers y el problema de la inclusión

Según cuentan las streamers, creadoras de contenidos o gamers, las mujeres que quieren dedicarse a jugar profesionalmente encuentran barreras y prejuicios de género que aún las condicionan.

Los videojuegos están en constante evolución, pero chicas streamers, creadoras de contenidos y especialmente gamers que quieren dedicarse a jugar profesionalmente encuentran una barrera de género que aún las condiciona.

Carolo Vázquez, referente del gaming, creadora de Pibas Jugando al FIFA, afirma: “Hay que pensar que era un terreno que siempre fue de los pibes”. “De repente, todas las chicas que jugábamos nos empezamos a mostrar y no solo eso, sino que empezamos a traer más chicas, y obviamente sintieron una invasión de su espacio, pero el tema es por qué creen que ese espacio siempre les perteneció”, analiza Vázquez.

Un estudio realizado por la agencia de investigación y consultoría DFC Intelligence en 2020 afirma que 3,1 mil millones de personas en el mundo juegan videojuegos. Es decir el 40% de la humanidad juega regularmente juegos electrónicos: un montón de personas de distinta procedencia, con diferentes inquietudes y experiencias, forman parte de una comunidad que, con seguridad, es diversa. Sin embargo, el modelo de gamer, aquel que es interpelado por la maquinaria de publicidad de la industria fue, durante décadas, el hombre blanco, heterosexual y primermundista.

“En Argentina el problema no es si sos hombre o mujer, es que nosotras empezamos a jugar después”, subraya. “Si ponés a jugar a un chico que empezó a los 7 años contra una chica que empezó a jugar a los 14, va a haber diferencia”, agrega.

Carolina Vázquez, “Carolo” como se la conoce en internet, desde chica estuvo enfocada en el mundo de los videojuegos. “A mí me incentivó a jugar mi hermano, él es 6 años más grande que yo, asi que fui su compañera, jugamos en la compu, en el Sega, en la Family”, afirma. “A partir de ahí siempre me interesó y cuando llegó el momento, me compré mi primera consola, creo que la Play 3, y seguí jugando sin pensar jamás que podía llegar a ser una salida laboral”, afirma.

A los 26 años, Carolo dejó su trabajo estable de creativa publicitaria y apostó al proyecto Pibas jugando al FIFA, en el que entrevista a futbolistas mujeres mientras juegan al videojuego. Hoy, con 28 años, es presentadora y comentarista de FIFA21 y que con su contenido busca apoyar al fútbol femenino y fomentar la participación de las mujeres en los videojuegos.

Pero el panorama es más alentador a nivel mundial. De acuerdo con el último relevamiento de la DCG State of the Game in Industry que se realiza anualmente en San Francisco (Estados Unidos), en el desarrollo de videojuegos intervienen un 75% varones y un 25% mujeres. Estas cifras muestran un progreso si se tiene en cuenta que en 2018, el nivel de participación de mujeres era de un 20%.

“Antes jugábamos al Mario Bros donde estaba este concepto de te invento un personaje femenino que está en peligro y bla, bueno después pusieron a personajes mujeres hipersexualizados para el consumo masculino”, agrega la joven.

Hoy los videojuegos narran una historia e incluso, algunas de esas historias abordan temáticas actuales, como el feminismo. “Hoy te encontrás con juegos como The Last of Us parte 2, que tiene a dos protagonistas mujeres. Eso antes no pasaba”, sintetiza Carolo.

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