Se reanudaría el servicio con custodia

Línea Este: se liberó la terminal, pero los choferes obligaron a un paro total

Los conductores desalojados coparon 7 y 50, amedrentando a empleados de otras empresas. El sindicato dispuso el cese total de actividades para proteger al resto de sus afiliados.

Cuando pasadas las 17 de ayer efectivos de la Policía Bonaerense se presentaron en la terminal de las líneas Este y 520 en Ruta 11 y 610, el grupo de choferes que desde el lunes tomaba el predio se retiró pacíficamente, sin oponer resistencia. No demoraron más de treinta minutos. Sin embargo, horas más tarde protagonizaron una violenta protesta que obligó a suspender por completo el servicio de todos los colectivos de la ciudad. 

En un principio, los trabajadores en conflicto habían acatado la orden de desalojo emitida por el juez de Garantías Guillermo Atencio para restablecer la libre circulación desde y hacia el predio. La Justicia hizo lugar a la presentación realizada por el Municipio local para que unos 70.000 usuarios pudieran volver a utilizar el servicio que une Villa Elvira con el centro de la ciudad.

Ayer, cuando el ingreso al predio todavía humeaba y mientras bomberos de Villa Elvira sofocaban las últimas llamas que había dejado el piquete, uno de los abogados de la empresa concesionaria de ambas líneas, Juan Manuel Aguirre, le explicó a diario Hoy que lo que restaba era “constatar el estado de situación del predio y de los vehículos”, por lo que estimó que el servicio se comenzaría a normalizar recién hoy. “La toma ilícita”, sentenció Aguirre, fue la que justificó el desalojo, al tiempo que descartó que haya habido despidos en los últimos días.

Cabe destacar que uno de los motivos de la manifestación iniciada en el principio de esta semana fueron los “nueve despidos” que denunciaron los empleados en conflicto, mientras que desde la compañía hablaron de cuatro cesanteados “por cuestiones disciplinarias”.

Pero el escenario cambió cuando, tras el desalojo de ayer a la tarde, los reclamos se trasladaron a 7 y 50, donde los trabajadores contaron con el apoyo de organizaciones sociales. Por momentos, el tránsito se volvió caótico. Además, según se denunció, los manifestantes impedían que unidades de otras líneas circularan, amedrentando a sus conductores.

Con el pasar de las horas, la situación se fue tornando cada vez más tensa y varias unidades sufrieron pinchaduras en sus neumáticos y pintadas en vidrios y carrocería.

Ante esa situación, desde UTA La Plata decidieron decretar, hasta hoy, un cese de actividades de choferes que afectó tanto a las líneas locales como las provinciales. 

“No están dadas las condiciones mínimas de seguridad. Decidimos dejar de prestar el servicio hasta que las autoridades retomen el control”, aseguró el secretario general del gremio, Oscar Pedraza.

Desde el Municipio se informó que el servicio se reanudaría hoy a las 7 con custodia policial en las unidades. 

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