Los músicos trabajan en un protocolo de seguridad para espectáculos y conciertos
El Sindicato Argentino de Músicos busca realizar una prueba piloto para poder desarrollar medidas sanitarias y volver a actuar.
Otro de los sectores más perjudicados por la pandemia que sufre el mundo son los músicos. Los recitales se suspendieron, los bares permanecen cerrados y los espacios que solían frecuentar para exponer su arte por el momento no están habilitados. Es por eso que ya trabajan para poder volver el día de mañana, y empezaron a ver qué recaudos tomar.
La idea es poder realizar una prueba piloto y en base a ese ensayo, poder determinar las medidas sanitarias correspondientes. El estudio tiene que ver con la transmisión del virus y las posibilidades de contagio.
“Es una prueba piloto para ver las distancias necesarias que un cantante, o un coro, o un instrumento de viento deben respetar para no transmitir partículas” dice Damián Ramírez, miembro del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM) seccional La Plata, Berisso, Ensenada, Punta Indio y Magdalena. Esas partículas, explica, son las que pueden transmitir el virus a través de cada persona con gotas de saliva.
Para este estudio, cuentan desde el sindicato, participan autoridades del Municipio, infectólogos y otros músicos. Las conversaciones están avanzadas para poder trabajar en el protocolo.“Un cantante, a la hora de su actuación, tiene un desprendimiento de esas partículas cubriendo una distancia aproximadamente de seis metros. En el caso de los instrumentos de viento, especialmente de los trompetistas, tienen un alcance de hasta doce metros” recalca.
“Tenemos que ser claros en cómo vamos a trabajar” sostiene Ramírez, y concluye: “El distanciamiento social nos hace dejar de interactuar con la gente. Entonces, tenemos que buscar alternativas seguras para poder a volver a tener conexión con nuestro público”.
Problemáticas
Por otro lado, también se hace hincapié en la situación de cientos de músicos que desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio quedaron sin la posibilidad de ejercer su profesión.
Desde el sindicato, cuenta Ramírez: “Atacamos las necesidades urgentes de nuestros colegas. Se hizo un relevamiento y fuimos llamando uno por uno”. Según las necesidades se brindó ayuda sanitaria y médica para los más perjudicados.
“Estamos trabajando sobre la creación de la tarjeta TAC, que es la Tarjeta Alimentaria Cultural por el tiempo que dure la pandemia” cerró.