Permarexia: Obsesión por la dieta
Muchos hombres y mujeres viven con una alimentación permanentemente restringida para mantener su cuerpo delgado. Los especialistas advierten los riesgos para la salud
Las últimas tendencias de la moda, que buscan imponer un patrón de belleza tanto en la mujer como en el varón, son actualmente la prioridad de muchas personas, sobre todo de los jóvenes, que buscan lucir un cuerpo delgado y curvilíneo -en el caso de las mujeres-, y musculoso y bronceado si se trata de varones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 6 por ciento de las enfermedades mentales que sufren los adolescentes son trastornos de la conducta alimentaria, ya que no conformes con su figura se someten a rigurosas dietas y estrictos ejercicios corporales. Pero además de los jovenes, hombres y mujeres adultos también viven la mayor parte de su vida a base de dietas alimentarias restrictivas, en una obsesión que se convierte en trastorno: la “permarexia”, que lleva a pensar que todo lo que se come engorda o hace mal.
En ese sentido, la nutricionista de deportes de alto rendimiento en el Cenard, Ailen Dietrich, afirmó a Hoy que “la permarexia se encuentra dentro de las conductas de riesgo que pueden dar entrada a trastornos alimenticios como la anorexia nerviosa o la bulimia”.
Además, agregó que “esa problemática define la conducta de aquellas personas que están permanentemente a dieta, o que siguen dietas cada temporada. Principalmente, hay que tener muchos cuidados con las dietas rápidas o milagro”.
Riesgos de estar siempre a dieta
Someter a nuestro organismo a constantes dietas de adelgazamiento provocará un desequilibrio de nuestro peso difícil de controlar. Al dejar el régimen, los kilos bajados se recuperarán cada vez más rápido. Según afirmó la especialista “las dietas hipocalóricas muy estrictas pueden afectar al normal funcionamiento de la glándula que regula el ritmo de nuestro organismo, la glándula tiroides, pudiendo provocar hipotiroidismo. Entre los síntomas figuran el nerviosismo, sudoración, intolerancia al calor, temblores, cansancio, alteraciones menstruales, pérdida de cabello y problemas de insomnio-”.
Pero no es el único problema de salud que puede aparecer, ya que “este desorden alimentario puede derivar en hipoglucemia, úlcera gástrica, carencias nutricionales (vitaminas, minerales, hidratos de carbono o proteínas) y estreñimiento”, concluyó la nutricionista.
¿Qué alimentos esenciales necesitamos?
Además, Dietrich remarcó que los alimentos son fuente de energía y aportan las moléculas necesarias para la construcción del organismo. Y agregó: “La energía necesaria para vivir es distinta dependiendo de la edad, sexo, actividad, etc., pero un hombre adulto necesita en promedio unas 3000 kilocalorías por día, mientras una mujer adulta necesita unas 2200”.
Por ello, los alimentos que ingerimos deben contener carbohidratos (pan, arroz, papas, legumbres, harinas y diversos cereales), lípidos (que incluyen las grasas, aceites, colesterol), y proteínas (carnes, pescado, productos lácteos, huevos, algunos vegetales) además de minerales y vitaminas (elementos inorgánicos, como el sodio, potasio, cloro, calcio, magnesio, hierro), y agua.
¡A cuidar la piel del frío!
Pese a que algunos creen que durante el verano hay que proteger más la piel, en la época invernal –con frío y viento- también existen riesgos para el cutis, sobre todo en aquellas partes del cuerpo que quedan expuestas al clima.
Es así como hay cierta parte de la población que presenta piel agrietada o escamosa, labios rasgados, enrojecimiento y agrietamiento de los codos y rodillas.
“En el primero de casos (piel seca y levemente agrietada) se debe usar una crema hidratante que se adapte a las necesidades personales, por ejemplo que sea de rápida absorción, que no tenga elementos que te puedan provocar irritación como perfumes y que tenga protector solar”, indicaron desde la Escuela Integral de Estetica AIPP de Chile.