Por qué es necesario abrigar a su mascota

Allá van por las altas cumbres sureñas cuatro hermanos del reino animal, con camperas multicolores comos las de los que van a esquiar. Las muy bien protegidas Clinton (como el ex presidente norteamericano), Sol, Rosita y Antonia, moviendo la colita ante la exagerada atención de quien las sabe disfrutar. Sí, campera inflable como la de los que hombres, mujeres o niños que van a esquiar.

Ayer nomás, al atardecer de un otoño benevolente, en la Escuela San Pío de 60 y 27, una mamá esperaba a su hija con una perra abrigada en pullover azul. Con la pregunta, nos acercamos a una casa especializada, que está en Plaza Perón, donde el encargado Facundo Rosas dio pareceres y precios: “Al ser más chiquito, la persona lo ve más indefensos. La gente además hace un paralelismo y le compra no sólo ropa de abrigo, pilotines para lluvia o chalecos, sino que también los perfuma y les da caprichitos como a un nene”.

Parece que el fenómeno térmico no es cosa de “coquetos”. Rosario Vercellini, veterinaria, expresó que “los animales en general sienten en sus extremidades frío o calor; obviamente que los que tienen doble capa de pelo están mas resguardados porque es como un aislante. A los de poco pelo, como boxer o doberman, sí lo sienten mucho y es necesaria una capita”. La profesional afirmó que los más jovenes y los más viejitos van a ser los más afectados.

La plata es lo de menos

Es tanto el amor devocional que confiesan los que están a cargo de un perro en sus vidas, que pagar ropa para ellos es una cuestión de honor y no de gastos. En la casa de alimentos balanceados, Rosas relató que “el precio de los abrigos oscila por el tamaño, pero una ropa de invierno estaría en 300 pesos, con corderito o polar”.

En definitiva, tanto el perro chiquito que suele estar más tiempo adentro que el grandote más propenso a dormir en el patio, necesita del calor como el ser humano.

“Buscan el calor físico y humano”

Mario Fregossi (Veterinario)

En casa, con mi mujer, decidimos tener 4 perros y 11 gatos. Como veterinario que soy -ya jubilado- debo ser la excepción a la regla, porque el colega que está todo el tiempo con animales en sus clínicas, luego no quieren seguir en sus vidas privadas. 

Por supuesto que ellos sufren el frío. Y cuando van a la cama, se meten entre nosotros y hasta buscan el fondo para aprovechar más calor.

Un caso aparte son los gatos, que son más friolentos. Cuando no los encontramos, generalmente los vemos arriba de la computadora, del televisor, del microondas, es clásico.

¿Si la ropa es fundamental? Existe un sindrome general de adaptación, pero en los complementos que podamos hacer para ayudarlos, está perfecto.

Como mucha gente, los personifico. Me han dado de comer y les retribuyo con cariño.

No pueden ir a comprarse pilchas, pero están chochos cuando las tienen. Buscan el calor físico y humano.