Por un buen gesto de Evita, se festeja la jornada del taxista

Historias al volante de quienes viven “bajando la banderita” y subiendo pasajeros para la subsistencia. La Plata, Ensenada, Berisso y Magdalena, con una historieta por cada ciudad

"El trabajo es la suprema dignidad del hombre. En la comunidad argentina no existe más de una sola clase de hombres: la de los que trabajan. El trabajo dignifica” (Juan Domingo Perón)

La frase fue compartida entre sus compañeros por Juan Berón, que pese a la sonoridad de su nombre y apellido, éste no es pincha sino muy tripero, y fue deportista aunque no del fútbol sino del duro y noble boxeo. “Te voy a contar por qué se celebra un 7 de mayo, que muy pocos lo saben -se acomodó Juanca, desde hace hace 17 años secretario general de los Taximetreros en La Plata-. En la década del ’50, en el gobierno de Perón y Evita, los taxistas eran todos dueños de su propios coches. Ella decide regalarle a cada familia una máquina de cocer. Y en agradecimiento, los mismos taxistas pusieron esta fecha en la que se conmemora el nacimiento de Eva Duarte”.

La Plata: blanco y verdes

Desde la gestión de Bruera, una ordenanza decretó el cambio de colores y el negro pasó a ser sustituido por el blanco en forma gradual. Para el ex púgil Berón, ganarse el pan anduvo cerca de las ruedas, siempre, desde que a los 12 años trabajó en una gomería al mismo tiempo que boxeaba y entrenaba en Atenas. “Ya deformaba gomas de camión y saqué un cuerpo fibroso, pero no pude sacar más que unas monedas en el deporte, donde llegué a ser semifondo de una pelea de Luero, por título Sudamericano, televisana por el canal 13”. 

Orgulloso, habla del gremio: “fundado en 1920, es de los más antigüos del país, nacido como el Sindicato de Conductores de Taxis, ya que entonces no había empleados ni peones”.

Berisso: negro y blanco

En la ciudad del inmigrante Néstor Alderete (48) se subió a manejar en 1996, tras quedar cesante en YPF. “Unos apostaron a video club, y otros al taxi. Me salió bien y al año ya pude comprar una habilitación. De chofer te llevás el 35% de lo recaudado. Hoy en día, una habilitación en esta ciudad vale 450 mil pesos, cuando en su momento valía 15 mil”.

Ferviente hincha de Villa San Carlos, sonríe con anécdotas de cancha y se amarga con la realidad argentina. “Me gustaría que haya laburo para todos. Lo ideal y lo lógico sería que estemos todos bien, pero ahora sí que nos llegó el agua al cuello”, se lamentó quien tiene dos hijos en la Costa, a los que va a visitar una vez al mes desde hace diez años.

Ensenada: techos celestes

De este lado de la orilla, hay otra historia desopilante. Esteban Moreno (60) hasta hace 5 años estaba embarcado y recorriendo las aguas como un miembro más de barcos petroleros. “Compré un taxi, lo guardé, y pensé que cuando no quiera navegar más, salgo a trabajar de eso”, le expresó a Hoy.

Cambió mucho el ambito: de andar por las aguas yendo a Estados Unidos, Sudáfrica, Cuba, México o Venezuela, en una función tranquila como la de mozo, a éste presente de la parada de La Merced y Aristóbulo del Valle. El hombre, sabio, aplica el freno ante determinadas circunstancias desde que “bajó a tierra”. Por ejemplo, afirma que “con ningún pasajero se puede hablar de politica, nada, aunque estemos en democracia. Cada tanto hay un viaje a La Plata, pero éste es un pueblo grande, y si cobrás un peso más, ya se te quejan. No descarto volver a embarcarme”.

Magdalena: todos de blanco

En Magdalena hay veintitrés coches blancos. Como novias a las que cuidan muy bien, con la serenidad de que “hay seguridad” y en lo laboral “se trabaja mucho con las unidades carcelarias”. Así le confesaba a Hoy el señor Jorge González (53), cuatro hijos, quien hace 4 años es el presidente del mundillo de la Asociación Taxis Magdalena. Adquirió la licencia por medio del municipio y al poco tiempo pasó a ser elegido el mandamás, con un logro que se celebra como el mismo día del taxista: “estabamos lejos de la realidad, hasta que gestionamos un aumento, el valor de la ficha era de 1,50 en La Plata y acá 0,50”, afirmó Jorge.

Amigo taxista

Una canción sobre el ritual y la forma de ser un hombre al volante, llamado taxista, recorre en estas horas los wasap y redes sociales. El autor es Gustavo Giordano y dice así:

“Esperando en la parada, o dando vueltas la ciudad / con tu banderita libre, vas atento a la señal / celular, radio llamada / siempre un viaje por llegar / lluvia, sol, calor o frío / a vos siempre te da igual / Ya en camino charla nueva / siempre hay una historia más / psicoanálisis casero, va sin costo adicional / otras veces en silencio, acompaña la ocasión / mientras suena de fondo alguna canción / ¡Cuantas horas pasas, amigo taxista! / ¡Vocación al volante, metiéndole ganas, ganándote el pan! / Lo haces con dignidad, y esfuerzo día a día / y la radio es tu amiga, tu fiel compañía, mientras manejás / Ceremonia en la parada / termo, mate, lo habitual / un descanso entre colegas para volver a arranar / pasando todos los temas, fútbol, inseguridad / los amigos, la familia, y los sueños por lograr”.