Proyecto Starshot: miles de naves a buscar vida

Un magnate ruso propone desplegar un batallón de mini-cohetes que viajen al 20% de la velocidad de la luz para enviar imágenes desde un sistema vecino 

E l objetivo: determinar si Alfa Centauri, un sistema estelar a unos 40 billones de kilómetros de distancia, contiene un planeta similar a la Tierra capaz de sostener la vida. Para comprobarlo, el proyecto Breaktrough Starshot cuenta con una dotación inicial de 100 millones de dólares. 

Se trata de  una empresa que podría tardar  varios años en tomar forma, y no hay ninguna garantía de que funcione, pero el dinero para empezar  ya está. La idea es mandar un batallón de nano-naves que viajen a casi un cuarto de la velocidad de la luz. 

 El anuncio fue realizado ayer en Nueva York y  cuenta con el respaldo del cosmólogo Stephen Hawking. 

Breaktrough Starshot implica el despliegue de pequeños vehículos ligeros propulsados para llevar equipos como cámaras y equipos de comunicación. Los científicos esperan que estos vehículos, conocidos como nanocraft, puedan con el tiempo llegar volar al 20% de la velocidad de la luz, más de un millar de veces más rápido que las naves espaciales de hoy.

  “La cosa se parecería al chip de su teléfono celular con la forma de una muy delgada vela de luz diáfana,” dijo Pete Worden, el ex director del Centro de Investigación Ames de la NASA, que dirige el proyecto. “Serían algo así como de 3 o 4 metros de ancho.”

Un auténtico contenedor 

  Se plantea el envío de una nave espacial convencional más grande que contenga miles de nanocraft (mininaves) en órbita, y luego lanzar los nanocraft uno por uno, dijo la cabeza del proyecto en una entrevista.

 La idea tiene precedentes con resultados dispares. Hace dos años, el kicksat de la Universidad de Cornell fracasó después de que la nave que llevaba 104 micro-satélites al espacio no pudo liberarlos. El plan era dejar que los pequeños satélites quedasen en órbita y recogieron datos durante unas pocas semanas.

Worden reconoce los retos, incluida la supervivencia del nanocraft al lanzamiento. Entonces deberán soportar 20 años de viaje a través del entorno hostil del espacio interestelar, con obstáculos tales como las colisiones de polvo. “Cualquiera de los problemas que quedan por resolver es un motivo para desistir”, explicó.

  Los gobiernos probablemente no tendrían en cuenta esta investigación debido a su naturaleza especulativa, dijo. Sin embargo, la tecnología es suficientemente prometedora como para merecer la pena.  Si el nanocraft alcanzan el sistema de la estrella y tiene éxito en la toma de fotografías, se necesitarían alrededor de otros cuatro años para transmitirlos a la Tierra.