Relacionado con el nerviosismo o al mal descanso, apretar los dientes no se ve como antes
Muchas veces asociado al dolor, a una enfermedad o al estrés, también al desgaste dental o que incluso solo se trata con una placa, el paradigma respecto del bruxismo está cambiando. Los especialistas explican por qué.
Daniel Paesani es miembro de la Asociación Odontológica Argentina, especialista en desórdenes temporomandibulares, bruxismo y dolor facial y autor del libro Bruxismo, teoría y práctica. También pertenece al grupo internacional Standardized Tools for the Assessment of Bruxism (“herramientas estandarizadas para la evaluación del bruxismo”; STAB, por sus siglas en inglés).
“En este momento hay un cambio de paradigma con respecto al bruxismo. Recién en los últimos años la ciencia se ha puesto a investigar sobre este tema seriamente, con todas las exigencias del método científico”, anunció. Por ejemplo, hoy se considera que hay dos tipos de bruxismo: el del sueño, padecido por el 8% de la población; y el segundo, de la vigilia, cuando la persona está despierta.
Al respecto, diario Hoy se comunicó con la odontóloga María Eugenia Mugavero para que cuente un poco de este problema: “Desde mi perspectiva particular, en donde tengo varios pacientes con bruxismo, lo vamos manejando según la persona. Por ejemplo, un niño que recién acaba de cambiar los dientes, o sea un pequeño, es factible que lo tenga por la energía de su cuerpo; en cambio, una persona adulta es común que lo tenga por acumulación de problemas o estrés, u otra causa a descubrir. Lo que sí, sin lugar a dudas, se trata de manera diferente”, sostuvo Mugavero.
Sobre el bruxismo del sueño, Paesani explicó que “está relacionado con períodos de sueño superficial, y los episodios se repiten varias veces en la noche y suelen durar entre siete y ocho segundos. En ocho horas de sueño se da en un promedio de ocho minutos”. En tanto, sobre el bruxismo de la vigilia, dijo: “Se realiza cuando la persona está consciente, pero es un acto inconsciente, quien lo está haciendo no lo registra, por ahí se da cuenta de repente de que está con los dientes apretados”.
Qué lo causa y cuál es el cambio de paradigma
Volviendo con la doctora Mugavero, ella dice que “a un niño se lo maneja haciéndole gastar esa energía, digamos, sobrante, para que no llegue tan excitado a la hora de dormir. En un adulto, al contrario, hay que ir más allá porque seguramente no lo genere un exceso de energía, sino uno de estrés, y ahí hay que buscar otros profesionales”.
Al respecto, Paesani dijo que “por lo general en el mundo hoy se acepta que el bruxismo de la vigilia tiene relación con el estrés. No así el bruxismo del sueño, el cual se produce a partir del sistema nervioso central, es un desbalance entre lo que se llama el sistema nervioso simpático y el parasimpático, hay un aumento del primero y una disminución del segundo”.
En cuanto al cambio de paradigma, Paesani fue enfático: “El bruxismo no se trata porque el bruxismo no es una enfermedad y ni siquiera es un hábito: está considerado un comportamiento. El bruxismo se maneja. Muchísima gente hace bruxismo y no padece consecuencias. Vos no podés decir que estás enfermo de algo que no te produce nada”, planteó.