Astenia otoñal: cómo lidiar con sus síntomas

Como consecuencia de una falta de adaptación o dificultades que presenta el cuerpo para acomodarse a los cambios estacionales, nuestro organismo suele manifestarse con fatiga, debilidad, apatía, dolores corporales, irascibilidad y tendencia a la presión baja, que se asocia con cefalea. Este estado, conocido como astenia otoñal, se produce ante modificaciones horarias y los consiguientes cambios en la rutina cotidiana. Sus síntomas no son graves, pero pueden afectar la calidad de vida.

La astenia otoñal no necesita de medicación, no se indica tratamiento farmacológico. Frente a esta situación transitoria, se recomienda mantener una dieta equilibrada (moderada en proteínas y con bajo contenido de azúcares, sodio y grasas saturadas); controlar el consumo de alcohol y de cafeína; así como cumplir con ocho horas de sueño y adelantar el horario para acostarse a la noche. También hay que evitar la exposición a las pantallas antes de irse a dormir, cenar liviano, aprovechar al máximo las horas de luz natural para realizar actividad física para aumentar la secreción de endorfinas y así favorecer la sensación de bienestar y mejorar el estado de ánimo.