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Resuelven el problema de las Dolomitas: un enigma de 200 años

El borde de crecimiento de la dolomita está formado por hileras alternas de calcio y magnesio.

La dolomita es un mineral muy abundante en rocas de decenas o centenares de millones de años pero inexplicablemente ausente en las formaciones más jóvenes. A este enigma se le conoce como el “problema de las Dolomitas” y ocupa las tribulaciones de los investigadores desde hace 200 años. Ahora, un equipo de las universidades de Michigan (EE. UU.) y Hokkaido (Japón) ha resuelto el misterio. Incluso ha logrado obtener dolomita gracias a una nueva teoría desarrollada a partir de simulaciones atómicas.

El borde de crecimiento de la dolomita está formado por hileras alternas de calcio y magnesio. En el agua, el calcio y el magnesio se adhieren aleatoriamente al cristal de dolomita en crecimiento, a menudo alojándose en el lugar equivocado y creando defectos que impiden que se formen capas adicionales de dolomita. A este ritmo, se necesitarían 10 millones de años para formar solo una capa de dolomita ordenada.

“Lo que tiene que pasar para que la dolomita se precipite es que haya fluctuaciones en la concentración de los lagos y mares, de forma que se disuelva cuando hay agua y crezca cuando se evapora y vuelva a empezar”, señalan los expertos. “La clave, entonces, está en esos ciclos y ciclos que aceleran los procesos de ordenación de la dolomita”, agregan.