San Juan reconvirtió su mayor basural en un espacio educativo y sustentable

El Centro Ambiental Anchipurac se encuentra donde antiguamente estaba el predio de desperdicios más grande de la provincia. Desde lo sustentable, cumple con lo social, lo ambiental y lo económico

En el desierto de San Juan, cuando empieza el cerro Parkinson, se encontraba el basural a cielo abierto más grande de toda la provincia. Su nombre completo es Centro Ambiental Anchipurac, que significa “rayo” en lengua huarpe. Con el tiempo, la provincia supo reconvertirlo en un espacio educativo de arquitectura bioclimática. Claudia Agnelli, su directora, explicó que combina “las tres variables de la sustentabilidad: lo social, lo ambiental y lo económico”, y no emite gases de efecto invernadero. Es importante reconocer que este centro ambiental fue reconocido por el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) como el primer monumento ambiental de arquitectura sustentable del país.

Anchipurac por dentro

Este lugar produce energía limpia y renovable que da electricidad y además sirve para aclimatar los más de 4.000 metros cuadrados del complejo cerrado. El 60% de la energía es generada por una planta solar ubicada en el estacionamiento, mientras que la calefacción y la refrigeración dependen de energía geotérmica.

“Era un basural a cielo abierto que se fue expandiendo justamente por las actividades que el ser humano había tomado como medio de vida. En este lugar los niños jugaban mientras los grandes buscaban con qué sobrevivir”, dijo Agnelli, quien también explicó que fue en el año 2009 cuando la Secretaría de Ambiente de la provincia “decidió tomar medidas y, en conjunto con varios equipos multidisciplinarios, comenzó la recuperación de más de 5.000 hectáreas degradadas por residuos”.

“Se crearon más 400 empleos verdes, se brindó una solución a esta problemática ambiental y humana, y se incorporó a esas personas a trabajar dentro de la planta de tratamiento de residuos. Esta recibe transportes con residuos sólidos urbanos y biodegradables las 24 horas durante los 365 días del año para separarlos, clasificarlos y recuperarlos en tareas de reciclaje, o para disponerlos como relleno sanitario” explicó la directora.

Actualmente, las 15 salas con exposiciones temáticas, cine, laboratorio -e incluso una estación que permite conocer la huella de carbono que emite cada persona- configuran el recorrido de dos horas por el interior de Anchipurac, a lo que hay que sumar otras dos horas para visitar la parte exterior donde se toma contacto con la naturaleza del desierto.

La opinión de Greenpeace

Diario Hoy dialogó con Nicolás, representante del grupo ambientalista Greenpeace, que en este momento está designado a lo que son controles e investigaciones terrestres, para conocer su opinión sobre esta medida: “En primer lugar en importantísimo convertir un lugar de contaminación en uno verde y de bajo impacto en la naturaleza. Que el lugar, además de enseñar, se dedique también a la tarea del reciclaje de basura, es un punto extra. Pensemos que un hombre produce un kilo de basura al día aproximadamente, 30 al mes y casi 400 kilos de desperdicios al año. Realizar la actividad del reciclaje, es una tarea fundamental para nuestro medio­ambiente”.

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