Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes del mundo

El reconocido físico británico falleció a los 76 años en su casa de Cambridge. Fue autor de varios libros, trabajó con la teoría de la relatividad de Einstein y pasó gran parte de su carrera tratando de producir una teoría unificada

El físico británico Stephen William Hawking murió ayer por la madrugada a los 76 años en su casa de Cambridge, a unos 80 kilómetros de Londres. Fue una de las mentes más brillantes del siglo XX y de toda la historia de la humanidad cuyo trabajo y legado perdurará por muchos años.

A pesar de que su cuerpo estaba paralizado por una enfermedad llamada Esclerósis Lateral Amiotrófica (ELA), Hawking cambió la forma en que el hombre entiende al Universo. A los 21 años le diagnosticaron ELA, patología que lo consignó a una silla de ruedas y limitó su habla el resto de su vida. Se esperaba que no viviera más de dos años con la enfermedad, a la que sobrevivió por más de 55. El físico se comunicaba a través de una computadora usando una voz artificial, algo que fue su sello distintivo durante su vida pública.

A lo largo de su carrera, Hawking demostró que la teoría de la relatividad de Albert Einstein implica que el espacio y el tiempo tendrían un comienzo en el Big Bang y un final en los agujeros negros. Además, pasó años enteros tratando de encontrar una manera de conciliar la teoría de Einstein con la física cuántica y producir una "teoría del todo”, es decir, una teoría unificada que le permita a la humanidad “conocer la mente de Dios”. 

Durante años, el científico advirtió que los hombres enfrentan una serie de amenazas que los podrían llevar a la extinción, desde el cambio climático hasta la destrucción nuclear, así como virus genéticamente diseñados y afirmó, en reiteradas oportunidades, que la vida en la Tierra solo durará unos 100 años más "si tenemos suerte".

Más allá de su reconocido trabajo, Hawking nunca pudo ganar un Premio Nobel de Física ya que el galardón que otorga la Real Academia de Ciencias de Suecia exige que las teorías tengan una comprobación empírica para ser distinguidas. Sin embargo, la tecnología actual no permite captar esas pruebas para verificar los postulados de Hawking sobre los agujeros negros.

Noticias Relacionadas