La Plata
Tras el paro, hubo acuerdo con los taxistas
Propietarios y choferes se movilizaron hasta la Municipalidad, donde fueron recibidos por el intendente. Exigieron la aplicación de una ordenanza que regula a los remises, sector que analiza tomar nuevas medidas de fuerza
Bocinazos, coches vacíos ataviados con banderas, globos y explosivos fueron la ruidosa expresión del paro que ayer movilizó por el centro de la ciudad a centenares de propietarios y conductores de taxis.
La caravana, que según estimó el sector reunió a más de 700 taxis (de 2.131 habilitados), partió bien temprano desde 1 y 44 para confluir en las puertas de la Municipalidad, donde reclamaron por la plena aplicación de la Ordenanza 9.215/00, que regula la actividad del servicio de remises y les prohíbe a estos tomar pasajeros en la vía pública sin antes pasar por la agencia, o portar calcomanías identificatorias, entre otras cuestiones.
“No queríamos llegar a esta situación, pero teníamos que visibilizar la protesta, porque unas 5.000 familias que dependen del taxi están en riesgo por el transporte ilegal”, advirtió el titular de la Unión de Propietarios de Taxis (UPAT), Gustavo Vitale.
El compromiso del intendente
Pasadas las 14, las bombas de estruendo y las consignas en clave de demanda dieron paso a una cauta algarabía, cuando por la entrada principal del Palacio Municipal el intendente Julio Garro salió al encuentro de los taxistas. Acompañado por el secretario general del Municipio, Javier Mor Roig, el jefe comunal escuchó los reclamos y firmó el petitorio elaborado por los diferentes gremios y agrupaciones.
Así, asumió el compromiso de “hacer cumplir” la normativa vigente, al mismo tiempo que les garantizó intensificar los controles contra los servicios por fuera de la ley y les adelantó la conformación de una mesa de trabajo conjunta.
Un gesto “positivo” en medio de la crisis
Para Vitale, la protesta y su resultado final fueron “exitosos”. En un tono similar, el secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis, Juan Carlos Berón, valoró el “gesto positivo” del jefe comunal, y, para justificar, precisó que “un 60% de nuestra recaudación hoy está en manos del transporte ilegal y los remises que toman viajes en la calle”. Esto es, unos 5.000 autos sin taxímetros disputándose las calles.
Según los taxistas, su ingreso diario apenas supera los $300, el 30% de un total de $1.100. El monto, aseguran, es el mismo que reunían hace dos años, cuando los viajes por jornada no bajaban de 40. Con la inflación en ascenso, dicen, hoy no llegan a completar 15 recorridos y el 20% de lo que recaudan se diluye en costos.
Del otro lado, los remiseros plantean que la aplicación total de la normativa vigente que, entre otras medidas, los obliga a volver a la base, atenta contra su recaudación diaria de entre $480 y $540, de lo cual un 3% se iría en gastos de mantenimiento.
Tensión e incidentes aislados
En la víspera al paro, cruces aislados entre taxistas y remiseros habían llevado al titular del Sindicato de Conductores de Taxi a plegarse a la huelga, pero sin movilización, “para evitar poner en riesgo” a sus representados. Ayer reivindicó su decisión luego de que, según trascendió, se registraran discusiones e intercambios violentos en inmediaciones de la Plaza Moreno. Para Berón, se trató de “un grupo de infiltrados, de taxistas truchos reclamando contra remises ilegales”, una escena que definió como “insólita”.
Un conflicto que recrudece
Enterados del acuerdo alcanzado entre la Comuna y los taxistas, desde la Cámara Empresarial de Propietarios de Agencias de Remises anticiparon que esta tarde, en asamblea, decidirán las próximas medidas de fuerza, que podrían incluir un paro total con movilización hasta la Municipalidad el miércoles próximo. La intención será bregar, nuevamente, por la implementación de una nueva normativa que regule su servicio.
Consultadas sobre esta posibilidad, fuentes municipales insistieron en que harán cumplir la ordenanza vigente y que, en todo caso, será el Concejo Deliberante el encargado de “establecer una ley justa para ambos sectores”. “El transporte público ilegal no solo representa una competencia desleal, sino que también implica un peligro para la seguridad de los usuarios”, justificaron.
En el deliberativo local, por su parte, echan por tierra la modificación de la norma porque, como sentenció una alta fuente del oficialismo, “los remises han devenido en taxis encubiertos, pero por fuera de la ley. Llegó el tiempo de revertir esto”.