Ciencia

Una astrofísica creó los diminutos “viveros estelares”

Nia Imara, también artista estadounidense, desarrolló nueve esferas de ocho centímetros de diámetro para estudiar la formación estelar desde la palma de una mano.

Solo una astrofísica que también es una artista podría haber tenido esta visión: el nacimiento de una estrella en la palma de la mano. De acuerdo al artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, la científica californiana Nia Amara y su equipo de colaboradores acaban de desarrollar los primeros “viveros estelares”. Son esferas de ocho centímetros de diámetro impresas en 3D, en las que los materiales que forman las estrellas aparecen como grupos y filamentos arremolinados, tal y como sucede en la realidad a miles de años luz.

Imara y sus colaboradores crearon los modelos utilizando datos de simulaciones de nubes de formación de estrellas. un sofisticado proceso de impresión 3D, en el que las densidades y gradientes de estas zonas se incrustan en una resina transparente. “Queríamos un objeto interactivo que nos ayudara a visualizar esas estructuras donde se forman las estrellas para que podamos comprender mejor los procesos físicos”, dijo Imara.

“Hace años, dibujé un retrato de mí misma tocando una estrella. Más tarde, la idea simplemente hizo clic. La formación de estrellas dentro de las nubes moleculares es mi área de especialización, así que ¿por qué no intentar construir una?”.

Para desarrollar un conjunto de nueve simulaciones que representaran diferentes condiciones físicas dentro de las nubes moleculares, Imara trabajó con John Forbes en el Centro de Astrofísica Computacional del Instituto Flatiron. Más tarde, se unió al grupo James Weaver, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard, quien ayudó a convertir los datos de las simulaciones astronómicas en objetos físicos mediante la impresión 3D de múltiples materiales fotorrealistas y de alta resolución.

“Solo estéticamente son realmente asombrosas de mirar”, comentó Forbes. “Y luego comienzas a notar las estructuras complejas, que son increíblemente difíciles de ver con las técnicas habituales para visualizar estas simulaciones”, agregó.

Las nueve simulaciones en las que se basan los modelos se diseñaron para investigar los efectos de tres procesos físicos fundamentales, que gobiernan la evolución de las nubes moleculares: turbulencia, gravedad y campos magnéticos. Al cambiar diferentes variables, como la fuerza de los campos magnéticos o la rapidez con que se mueve el gas, las simulaciones muestran cómo los diferentes entornos físicos afectan la morfología de las subestructuras, que están relacionadas con la formación de estrellas.

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