Descubren un extraño cuerpo espacial que abre un gran debate

Descubierto por casualidad por el astrónomo Dan Caselden, el extraño cuerpo celeste fue visto por primera vez a través del telescopio Wide-field Infrared Survey Explorer. Si bien su nombre oficial es “WISE 1534-1043”, fue rebautizado como “El Accidente” por sus características absolutamente extraordinarias. Se encuentra a unos 50 años luz de la Tierra, se mueve a más de 200 kilómetros por segundo y no encaja en ninguna de las categorías preestablecidas. Una nueva investigación ofrece algunas respuestas y acrecienta el misterio a su alrededor.

Una primera teoría contempló que “El Accidente” podría ser una enana marrón. Es decir, una estrella fallida que nunca alcanzó la masa suficiente como para poner en marcha su horno nuclear de fusión. En general, las enanas marrones constituyen una población intrigante: demasiado grandes para ser planetas y demasiado pequeñas para ser estrellas.

WISE 1534-1043, sin embargo, tampoco encaja en este grupo. De hecho, las nuevas observaciones, llevadas a cabo con el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Keck demuestran que el objeto escapa de los diagramas de color y temperatura en los que el resto de enanas marrones de clase “Y” forman apretados grupos de puntos. “El Accidente”, de esa manera, aparece completamente solo y aislado del resto de las enanas marrones conocidas.

Dirigida por J. Davy Kirkpatrick, del Instituto de Tecnología de California (Caltech), y publicada en The Astrophysical Journal Letters, la nueva investigación propone cuatro identidades posibles para el extraño objeto. Por un lado, explican en su estudio, podría tratarse de una enana marrón “vieja y fría”, con una metalicidad extremadamente baja. Aunque también podría tratarse de una enana marrón muy joven y con una masa y una gravedad extremadamente pequeñas. La tercera posibilidad es que se trate de un gran planeta “expulsado” de su sistema natal por alguna fuerte interacción gravitatoria. Finalmente, la cuarta hipótesis considera la posibilidad que se trate de un remanente estelar ultrafrío.

La primera de las opciones, apunta Kirkpatrick, podría ser la acertada. “Creemos que es una enana marrón muy vieja que nació antes de que la Vía Láctea tuviera toda la cantidad de metales que tiene ahora”, dice el investigador.

Según ese razonamiento, probablemente “El Accidente” sea una de las primeras enanas marrones que se formó en nuestra galaxia, nacida en el halo galáctico exterior que rodea la Vía Láctea y que luego migró hacia su centro. Si así fuera, este objeto se convertiría en la primera “subenana” de tipo “Y” conocida. Una nueva categoría de estrella.