WeChat, la superapp china que es furor

Es una exclusiva innovación tecnológica en comunicaciones que los creadores de Facebook pretenden copiar para Occidente.

WeChat (Weixin en mandarín) es una aplicación, una superapp, tal como se la define a menudo; gracias a la cual, en China, es posible hacer de todo. Devino una presencia totalmente invasora en la vida cotidiana de los chinos. Así lo cuenta Simone Pieranni, en su libro Espejo rojo. Nuestro futuro se escribe en China.

Mark Zuckerberg (propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp), que habla un óptimo mandarín y cuya mujer, Priscilla Chan, nació de padres de etnia Hoa (una minoría chino-vietnamita de lengua cantonesa), no solo tiene un interés personal y cultural por China. De hecho, en los últimos años ha ido con cierta regularidad a China con un objetivo preciso: comprender mejor el funcionamiento de la “aplicación de las aplicaciones” y extraer de este triunfante modelo chino estrategias e ideas para aplicar en Facebook. WeChat tiene un modelo de negocio que permite generar dinero de modo mucho más variado que Facebook y monetizar (y archivar) los datos de los usuarios de forma mucho más provechosa.

Pieranni, un periodista italiano que vivió en China de 2006 a 2014, explica en su libro que el enorme interés de la mayor red social del mundo por WeChat demuestra que estamos ante el final de un recorrido y el inicio de un nuevo mundo: tras años de imitación por parte de China de todo lo que se producía en Occidente, hoy es Occidente el que mira a China para hallar nuevas ideas y nuevos usos para sus propias invenciones.

Pero, ¿qué es exactamente WeChat? Algunos dicen que WeChat es la “app de las apps”, es decir, contiene en su interior todo aquello que estamos acostumbrados a usar en forma separada. Si queremos describirlo a través de una comparación con nuestro mundo tecnológico, podemos decir que es como un gigantesco contenedor que reúne a Facebook, Instagram, Twiter, Uber, deliverys y a todas las apps que utilizamos. Pero es una explicación incompleta, porque cada vez que se usa WeChat se descubren nuevas funciones apenas desarrolladas, nuevos usos que se pueden transformar en nuevas costumbres. Ya es habitual en China, por ejemplo, reservar turnos médicos o pagar impuestos a través de WeChat.

La superapp ha terminado por crear una suerte de ecosistema dentro del cual no hace falta nada más, porque está en condiciones de ocuparse de cada aspecto de nuestra vida cotidiana. Todo está dentro de WeChat y esto significa que en China, no tener “la app de las apps” es estar completamente fuera del mundo.

Pero la cuestión tiene un costado oscuro: WeChat fue acusada de entregar al gobierno una enorme cantidad de datos, con el riesgo de que aparezca un nuevo Gran Hermano.

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