MALI

Al menos 18 muertos tras la explosión de una mina terrestre

El camión en el que viajaban pisó una mina terrestre que hizo estallar al vehículo por los aires en la región de Mopti, en el centro de Mali.

Al menos 18 personas, todas civiles, murieron hoy cuando el camión en el que viajaban pisó una mina terrestre que hizo estallar al vehículo por los aires en la región de Mopti, en el centro de Mali.

El ataque sucedió cerca de las seis de la mañana en la localidad maliense de Boni, fronteriza con Burkina Faso y no todos murieron en el acto. Algunos fallecieron más tarde en el centro hospitalario comunitario de Boni, según informaron fuentes de seguridad locales, citadas por la agencia de noticias EFE.

En el camión, que venía de la localidad fronteriza de Djibo, viajaban comerciantes tanto malienses como burkineses que todos los días viajan con sus productos entre los diferentes mercados semanales que se levantan y desmantelan constantemente entre las fronteras de ambos países africanos.

Las autoridades de Malí no adjudicaron la mina terrestre a ningún grupo armado en particular. 

En la misma jornada y en esa misma región del centro del país, dos soldados malienses murieron en otro ataque, este cometido por milicianos armados contra una posición del Ejército en la zona de Youwarou, según informaron fuentes de seguridad locales. 

Los milicianos atacaron el puesto de control y, en el tiroteo con los soldados, al menos seis atacantes fallecieron.

La región de Mopti es un escenario habitual de ataques y avanzadas de milicianos islamistas, aglutinados en distintos grupos locales. 

Mali sufrió en 2012 un golpe de Estado, en respuesta al alzamiento de grupos rebeldes tuareg y organizaciones islamistas radicales, que se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.

Ese avance provocó una intervención internacional militar encabezada por Francia, de quien el país africano se independizó en 1960, y, en 2013, París y Mali celebraron públicamente que todos los grupos islamistas habían sido expulsados de todos los territorios que habían ganado.

Sin embargo, extensas zonas, sobre todo del norte y el centro del país, aún escapan al control estatal y es un santuario para diferentes grupos armados radicales.