Chevrón se retira de Rumania tras masivas movilizaciones de protesta
La transnacional petrolera estadounidense Chevron anunció este jueves que suspende sus perforaciones de exploración de gas de esquisto en la provincia de Vaslui, al noreste de Rumanía, como consecuencia de las protestas sociales que durante los últimos cuatro días se han suscitado en esta nación, contra la acción de esta empresa.
Miles de personas se han mantenido en las calles de Rumania protestando contra la hidrofracturación de la multinacional, afirmando que no están dispuestos a aceptar las cuestionables actividades de la compañía en su territorio.
Los rumanos rechazan la iniciativa de Chevron de comenzar los trabajos de explotación de gas mediante una técnica conocida como “fracturación hidráulica “fracking”. Por ello, bloquearon el acceso al sitio de exploración, a pesar de haber sido reprimidos por la Policía.
En total, cinco personas fueron hospitalizadas tras una estampida que se produjo en la localidad de Pungesti, cuando los manifestantes intentaron romper un cordón de seguridad de las fuerzas del orden público.
Asimismo, miles de personas participaron en una manifestación similar en Bucarest (capital) y marcharon hacia la sede del canal de la televisión pública, para expresar a la comunidad internacional su rechazo a la exploración de Chevron.
Por todo ello, Chevron anunció el cese de sus operaciones a través de un comunicado. “Nuestra prioridad pasa por desarrollar nuestra actividad de manera segura y responsable en conformidad con los acuerdos de medio ambiente en los que nos basamos”, dice el texto.
La transnacional, no obstante, no precisa en el documento hasta cuándo permanecerá parada la exploración, ni tampoco los motivos para tomar la decisión de suspender sus operaciones.
De acuerdo con un reciente estudio de la agencia de información energética de Estados Unidos (EIA), Rumanía y sus países vecinos Bulgaria y Hungría cuentan con unas estimadas reservas de gas de esquisto superiores a medio billón de metro cúbicos.
Desde hace varias semanas, Ecuador denuncia que la petrolera fue negligente durante el tiempo que operó en la Amazonía ecuatoriana, donde derramó más de 18 mil millones de galones de aguas tóxicas y lodos de formación, contaminando cerca de 450 mil hectáreas de terreno, en el período comprendido entre 1964 y 1990.
De igual manera, Quito acusa a Chevron de “irresponsable en la remediación ambiental”, ya que los efectos de sus derrames aún persisten en algunos afluentes de la zona, así como en aguas subterráneas, por la filtración del crudo de las piscinas junto a los pozos.