Detuvieron al expresidente de Francia

Nicolas Sarkozy fue detenido ayer en el marco de una investigación que lo acusa de corrupción. Su abogado está en la cárcel desde el lunes

El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, quien gobernó en el período 2007-2012,  fue detenido ayer en el marco de una causa penal que lo acusa de haber usado sus contactos para obtener información sobre una investigación en su contra. El lunes su abogado, Thierry Herzog, también fue detenido para ser interrogado, como parte de la misma investigación.

Sarkozy llegó a la Dirección Central de la Policía Judicial en Nanterre (Hauts de Seine) poco después de las 8 de la mañana de ayer, y al filo de la medianoche fue trasladado ante los jueces, tras unas 15 horas de declaración ante la policía judicial. Ahora serán los jueces quienes decidan si existen elementos suficientes para imputar alguno de esos delitos al político conservador. 

La decisión de ponerlo bajo custodia en Nanterre, cerca de París, es una medida sin precedentes contra un expresidente francés, que ahora ve difícil su regreso a la política.

La investigación

El exmandatario galo es indagado por “tráfico de influencias” y “violación del secreto de instrucción”. Esta investigación fue iniciada el 26 de febrero pasado, y busca comprobar si Sarkozy fue informado ilícitamente de que la justicia había autorizado las escuchas de sus conversaciones telefónicas. Habría prometido un prestigioso puesto en Mónaco a Gilbert Azibert, uno de los más prominentes magistrados de la Corte de Apelaciones, a cambio de esta información. Además de Azibert, otro juez, Patrick Sassoust, también fue detenido por este motivo.

Los teléfonos de Sarkozy y los de su abogado fueron intervenidos por orden del juez que investiga si el fallecido líder libio Muamar Gadafi financió de manera ilegal su campaña electoral en 2007. Pero en vez de datos comprometedores sobre dicho asunto, lo que las escuchas policiales destaparon fue que Sarkozy y Herzog habían puesto en marcha, según reveló entonces en exclusiva la revista Mediapart, "un gabinete negro para neutralizar a los magistrados que lo investigan".

Hong Kong pide democracia

Cientos de miles de hongkoneses salieron ayer a las calles para exigir más democracia y más autonomía al Gobierno de Pekín en una de las mayores protestas de la historia de la isla. Los manifestantes (510.000 según los organizadores y 98.600 según la policía) desafiaron a la lluvia y a las advertencias del régimen comunista en el 17° aniversario de la devolución de la ex colonia británica y tan solo días después de que 800.000 ciudadanos votaran, en un referéndum informal, a favor de elegir al jefe de Ejecutivo de la isla en una forma plenamente democrática en 2017.

La demostración de fuerza en las calles, organizada por los partidos políticos y movimientos civiles más enfrentados a las autoridades de Pekín, llega tres semanas después de que el Gobierno central publicara un informe sin precedentes reafirmando su autoridad sobre Hong Kong. Copias de ese documento (“white paper”), que soliviantó los ánimos de parte de la población de la isla, fueron quemadas por algunos manifestantes, mientras que otros ondearon banderas contra la amenaza comunista.