El extraño regalo que Evo le hizo a Francisco

El presidente de Bolivia Evo Morales le ofreció ayer un inusual regalo a un sorprendido Papa Francisco. El obsequio constaba de un crucifijo tallado con la hoz y el martillo, el símbolo comunista que alude a la unión de los trabajadores.

La cara de sorpresa del Santo Pontífice recibiendo el cristo del mandatario boliviano fue interpretada como de estupefacción en las redes sociales. Muchos, incluso sostienen que el Papa al ver la cruz le dijo “eso no está bien”.

A pesar de la carga ideológica del crucifijo, el regalo tenía además una historia muy personal para Morales: un sacerdote jesuita asesinado por el régimen militar boliviano en 1980, el padre Luis Espinal, llevaba uno idéntico.

Morales entregó también a Francisco un ejemplar de "El libro del mar'', sobre cómo Bolivia perdió su salida al mar durante la guerra del Pacífico con Chile en 1879-83.

Francisco se refirió a esa polémica en un discurso ante autoridades civiles en La Paz, y pidió a los países de la región que mejoren sus relaciones diplomáticas para evitar "los conflictos entre pueblos hermanos y contribuya al diálogo franco y abierto de los problemas, hoy es indispensable''.

"Y estoy pensando acá en el mar'', subrayó. "Diálogo es indispensable. Construir puentes en vez de levantar muros'', añadió Francisco en medio de aplausos.