El papa Francisco canceló su viaje a Sudán del sur por la guerra civil que atraviesa el país
Pese a que había un viaje "en estudio", el sumo pontifice no irá "este año" a Sudán del Sur debido a la guerra civil que atraviesa ese país africano, anunció hoy el vocero papal.
"El viaje del Papa para Sudán del Sur, si bien estaba en estudio, no será para este año", anunció hoy el portavoz Greg Burke, a medios acreditados en la Oficina de Prensa del Vaticano.
El propio pontífice había deslizado en febrero pasado su idea de ir al país africano junto al líder anglicano Justin Welby para llevar un "apoyo ecuménico" a la grave crisis que enfrenta el país africano.
Por el conflicto en el denominado país "más joven del mundo", que firmó su independencia de Sudán el 9 de julio de 2011 tras un guerra de 22 años, la organización de la ONU para la infancia, Unicef, denunció que unos 17.000 niños fueron reclutados como soldados por las facciones armadas desde 2013, cuando estalló el conflicto entre el presidente y el vicepresidente del país africano.
En medio de acusaciones cruzadas entre el gobierno del presidente Salva Kiir, y grupos rebeldes, la ONU denunció que 100.000 personas se encuentran afectadas por una hambruna, que amenaza con seguir creciendo y dejar miles de víctimas.
Casi cinco millones de personas, más del 40% de la población sursudanesa, necesita urgentemente alimentos, según el índice que mide la inseguridad alimentaria en una escala de cinco niveles (IPC), según el gobierno, la ONU y otras organizaciones humanitarias.
Entretanto, el grupo independiente de líderes mundiales The Elders (Los Mayores), fundado por Nelson Mandela, pidió hoy a las autoridades de Sudán del Sur que frenen todo tipo de violencia y tengan como máxima prioridad la protección de los civiles.
En un comunicado firmado por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, los representantes del colectivo denunciaron "la parálisis política" y "el fracaso de los líderes del país a todos los niveles en afrontar la hambruna y la crisis humanitaria que provocó".
El grupo también expresó su preocupación por el uso de las violaciones como táctica de la guerra en Sudán del Sur y subrayó que "todos aquellos implicados en estos crímenes deben de ser juzgados inmediatamente".
Asimismo, acusó a la comunidad internacional de despreocupación por este conflicto, que se arrastra desde 2013, y por no haber presentado soluciones ni haber aportado ayuda humanitaria.
El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013 después de que el presidente sursudanés, Salva Kiir, de etnia dinka, acusara a su entonces vicepresidente, Riek Machar, de la tribu nuer, de un intento de golpe de Estado.
A pesar de que ambas partes firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, el conflicto se reanudó en julio de 2016 y desde entonces la violencia sigue en aumento y degeneró en un conflicto de trasfondo étnico.
