Francisco le pidió a Cristina un mayor “compromiso por la justicia y la paz”

En pleno vuelo a Paraguay, y mientras transitaba el espacio aéreo argentino, el Santo Padre le envió un telegrama a la Presidenta, en coincidencia con el creciente avasallamiento K sobre el Poder Judicial

Al sobrevolar la amada patria argentina para dar comienzo a mi visita pastoral a Paraguay, me alegra enviar un cordial saludo a vuestra excelencia, expresando mi cercanía y afecto a esta querida nación, para la que pido al Señor copiosas gracias que le permitan progresar en los valores humanos y espirituales, acrecentando el compromiso por la justicia y la paz”, expresó en la tarde de ayer el Papa Francisco, a través de un telegrama de salutación a la presidenta Cristina Kirchner, mientras sobrevolaba el espacio aéreo argentino, en viaje desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) a Asunción (Paraguay).

“Valores humanos y espirituales”; “Compromiso con la justicia y la paz”, pidió Francisco, justo en tiempos en que el gobierno avanza como una topadora contra el Poder Judicial, nombrando jueces, conjueces y fiscales amigos, con la polémica Ley de Subrogancias como coartada; a tres días de la marcha en defensa de la Justicia y del juez Luis María Cabral, removido de su puesto en la Cámara Federal de Casación Penal (desde donde debía fallar por ilegalidad o no del Memorándum de Entendimiento con Irán.

Es tan grande la fe y la esperanza del Sumo Pontífice que es capaz de tender puentes con un gobierno que, como nunca, allana el camino para su salida impune del poder; que profundiza la entrega del país y la brecha entre ricos y pobres, estos últimos, pilar de los ideales franciscanos de nuestro Papa gaucho; pero desconocidos y negados por el relato que profesa la imaginería K.

Mañana, en plena campaña electoral, Cristina irá (junto al primer candidato a diputado nacional por el oficialismo, Eduardo “Wado” de Pedro) al sexto encuentro con Francisco y será parte de la multitudinaria misa que brindará el Papa al mediodía en el parque Ñu Guazú, en el marco de su última escala de la gira sudamericana con la que revolucionó el continente a su paso, seguido por miles de argentinos que no tuvieron la dicha de venerarlo en su patria. 

Tras la ceremonia, se espera que mantengan un cruce breve e informal. Ojalá el Santo Padre toque el corazón de la Jefa de Estado, cambie su autoritarismo por una democracia justa y la contagie de ese amor que tanta falta hace en estas tierras que ni Francisco se atreve a pisar.