Hallan muerto a otro exiliado ruso en Londres

La muerte sospechosa de otro disidente ruso exiliado en Gran Bretaña podría agravar la actual crisis diplomática entre Londres y Moscú, desatada por el ataque con gas neurotóxico contra el exespía Sergei Skripal y su hija Yulia a comienzos de mes.

La muerte sospechosa de otro disidente ruso exiliado en Gran Bretaña podría agravar la actual crisis diplomática entre Londres y Moscú, desatada por el ataque con gas neurotóxico contra el exespía Sergei Skripal y su hija Yulia a comienzos de mes.

Nikolai Glushkov, de 68 años, fue hallado muerto en su casa de Londres, según confirmó su abogado. Uno de sus amigos, el editor periodístico Damian Kudryavtsev, dio la noticia de su deceso en su página de Facebook.

Socio y amigo de otro disidente, el oligarca Boris Berezovsky, también muerto en condiciones sospechosas, Glushkov vivía en Gran Bretaña, donde había recibido el asilo político en 2010.

En los años 90, Glushkov había trabajado para la aerolínea estatal Aeroflot y la empresa de automóviles LogoVAZ, de Berezovski. En 1999, cuando este último se enemistó con el presidente Vladimir Putin y huyó a Gran Bretaña, Glushkov fue acusado por el aparato ruso de blanqueo y cumplió seis años de prisión hasta su liberación, en 2004.

Desde entonces residía en una casa en Kingston, en el sudoeste de Londres. En 2017, en otro juicio realizado en Moscú, Glushkov fue condenado in absentia a ocho años de prisión por el robo de 123 millones de dólares a la empresa.