La historia se repite: tres niños y un bebé ahogados en el Mediterráneo

Luego de la trágica muerte de Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años que conmocionó al mundo al morir ahogado en las costas de Turquía tras un naufragio, hoy una desgarradora noticia vuelve a sacudir la calma. Cuatro niños, uno de ellos bebé, murieron fueron hallados flotando junto a su madre luego de que  su embarcación impactara con un barco de la Guardia Costera.

Según las primeras investigaciones, el choque de las dos embarcaciones — una cáscara de nuez llena a rebosar de personas y una fragata que centuplica su tamaño— se produjo por las adversas condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y olas de varios metros. 

A consecuencia del impacto, producido en el momento en el que se estaba desarrollando una operación de rescate, la embarcación se hundió en el mar por lo que muchos de los que viajaban murieron ahogados.

La historia se repite dolorosamente casi a diario, durante el trayecto que miles de refugiados e inmigrantes emprenden para llegar a Europa desde Turquía, Siria o cualquier país castigado por el hambre y por la guerra.

El nuevo y lamentable accidente engrosa el número de bajas de esta crisis que no da tregua —más de 3.000 muertos en el Mediterráneo en lo que va de año, según cifras oficiales— mientras el ritmo de llegadas a Grecia se sitúa en unas 7.000 al día, más de 450.000 desde enero.