Las fiestas de Berlusconi le costarán millones

“La venganza de Verónica”, como se conoce al juicio de divorcio entre Silvio Berlusconi y Veronica Lario, llegó finalmente ayer con la sentencia de la Justicia italiana, que decidió que el magnate de los medios deberá pagarle a su exesposa treinta y seis millones de euros. 

La sentencia se conoció luego de tres años, cuando en medio del proceso, iniciado en 2009, Lario abandonó la mansión de Villa Belvedere, cercana a Milán, que se convertiría en el escenario de las famosas fiestas “bunga-bunda” del entonces primer ministro de Italia. Estos antecedentes jugaron en contra de Berlusconi, que además de pagar 130 mil dólares por día a su exmujer, afronta un proceso penal (conocido como el “caso Ruby”) por la participación de menores de edad en las noches de festejo. 

Lario es madre de tres de los cinco hijos del exmandatario y en su momento declaró que Berlusconi “está enfermo” y puso sobre el tapete el mismo tema que alcanzaría los estrados poco después: “No puedo estar con un hombre que frecuenta menores de edad. Mis hijos y yo somos víctimas y no cómplices de esta situación”, había sentenciado poco después de separarse. 

La mujer se refiere a Bárbara, Eleonora y Pier Luigi, entre quienes la primera es la más mediática: además de manejar el club de su padre, Milan, mantiene una relación sentimental con el brasileño Alexander Pato, repatriado por Corinthians.

Por su parte, el multimillonario político seguirá residiendo en la mansión de la polémica, y en pocos meses se medirá en las elecciones para ser nuevamente primer ministro de Italia, y también, para conseguir la inmunidad que lo salven del acoso judicial en el cual se encuentra metido por su relación con menores de edad.