Malvinas: la embajadora en el Reino Unido criticó la designación del nuevo gobernador

La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, acusó hoy al Reino Unido de violar el derecho internacional al designar a un nuevo gobernador en las islas Malvinas.

En un artículo publicado por Castro en el diario The Guardian, la embajadora criticó la designación de Colin Roberts como gobernador de las islas considerando que la disputa de las islas es aún "un caso pendiente de descolonización".

"Este nombramiento constituye un nuevo acto unilateral del Reino Unido en abierta violación de la obligación que le impone el derecho internacional de resolver la disputa por vía de la negociación diplomática con Argentina", expresó la embajadora en referencia al cargo que asumirá Roberts el mes próximo, en sustitución de Nigel Haywood como representante de la corona británica en el Atlántico sur.

En el artículo, Castro hace énfasis en defender el territorio argentino de las islas Malvinas, subrayando que "los residentes británicos no tienen el derecho de resolver la disputa de soberanía entre Argentina y el Reino Unido: nadie duda que ellos son británicos y que pueden continuar siéndolo, pero el territorio en el que habitan no lo es. Pertenece a Argentina".

"Por el contrario, a quienes se les negó el derecho a ejercer la libre determinación eran, y son, los habitantes de Diego García en el archipiélago de Chagos, en el Océano Índico. Más de 2.000 isleños fueron expulsados por el Reino Unido a finales de los años 60 con el fin de permitir que una base militar de EE.UU. se estableciera allí". Y continúa: "Desde entonces, viven en la pobreza y dispersos a lo largo y ancho de todo el mundo; los habitantes de Chagos han estado reclamando su derecho a regresar a su territorio y a sus hogares".

La representante de la Argentina en el Reino Unido hizo también referencia a cables revelados por Wikileaks, publicados por el diario The Guardian, en los cuales el nuevo gobernador se habría referido despectivamente hacia los habitantes de Chagos, para concluir que "esta historia moderna posee todos los ingredientes de una típica saga colonial del siglo 19: violencia, discriminación racial, dobles estándares, arrogancia, manipulación, cinismo y engaño. El siglo 21 reclama una política de diálogo y respeto entre pueblos".