Polémica por la lista de “bienes esenciales”

El gobierno de Chile estableció en el día de ayer una lista de “bienes esenciales” para los clientes de los supermercados que están en las zonas de fase 1. Lo que llamaba la atención es que dejaba lugar a la interpretación, e incluía bebidas alcohólicas o tabaco. A su vez, excluía, por ejemplo, ropa o productos cosméticos. Debido a las quejas generalizadas debieron dar marcha atrás en algunos puntos.

Se entiende por “bienes y servicios imprescindibles” los que son ocupados por la población al interior de la vivienda. Es decir, aquellos que “son imprescindibles para la subsistencia, el teletrabajo, la educación a distancia o el funcionamiento, conservación y seguridad del inmueble”, según el comunicado de las autoridades.

Desde ayer, las comunas que se encuentren en fase 1 y 2 podrán adquirir cualquiera de los artículos que están contemplados en los cuatro grupos considerados como esenciales.

Dentro de la categoría de bienes relativos a la subsistencia de la persona se hallan, por ejemplo, alimentos y bebidas; productos sanitarios y productos necesarios para la higiene.

La categoría de bienes relativos al teletrabajo o a la educación a distancia incluye artículos electrónicos y de oficina, como libros, útiles escolares, juguetes educativos, etc.

Por otro lado, los bienes relativos al funcionamiento, conservación y seguridad del inmueble incluyen artículos de cocina, de dormitorio y de baño. Por último, el documento especifica que también se pueden adquirir artículos considerados en la categoría de “otros bienes”, tales como: pilas y baterías de vehículos, fósforos y encendedores, tabaco, combustibles, neumáticos, etc.

“Solo podés salir dos veces por semana con permiso de Carabineros que se saca por internet. Ni siquiera al supermercado entrás sin el permiso y son por dos horas. En dos horas tuve que ir a cuatro farmacias y al súper. Además hay escasez de medicamentos”, le dijo a diario Hoy Valeria, quien vive junto a su esposo y sus dos hijos en Santiago de Chile.

En el país trasandino los casos de coronavirus suben tres veces más rápido que en la primera ola. Hay un promedio de 8.000 casos diarios y preocupación por la ocupación de camas de terapia intensiva. Se cerraron las fronteras por 30 días y se restringió la entrega de productos a domicilio.